Por Carlos E. Galli .
La realidad, ésta, la nuestra, es multifacética, su devenir está plagado de avances, retrocesos y estancamientos, que son las marcas que le va imprimiendo cada comunidad pertinente, a través de sus diversos sujetos sociales.
´Obvio, que no aislada de lo que sucede en el resto del planeta. Un mundo interdependiente donde la trama de relaciones de acuerdo a la estrechez de su vínculo con cada país o bloque, repercute positiva o negativamente, en el frente interno del otro.
La evaluación de los sucesos que alteran esta realidad, para ser vistos con lupa objetiva, precisan de un lapso de tiempo razonable que confirme o eche por tierra lo interpretado en forma provisoria, al calor de los hechos en su momento.
El tiempo permite desempolvar los archivos, chequear información, rever imágenes, cotejar declaraciones, es decir permite a la sociedad ir despejando incógnitas acerca de los acontecimientos que aparecieron confusos y a los que el paso del calendario les fue otorgando nitidez.
Esta realidad es vista de acuerdo a la subjetividad y a los intereses particulares, colectivos, corporativos, de partidos, de grupos de presión, sindicatos etc, de acuerdo a su ideología, a su materialidad, a su representación del mundo. A sus deseos.
Pero, hay una serie de factores que no son menores a la hora de poder comprenderla. La desigualdad en una sociedad se traduce lógicamente en la abundancia o escasez de recursos del que disponen sus habitantes, que hoy sitúa a los más, en clara desventaja con respecto a una minoría privilegiada.
Es un desafío para las fuerzas que se asumen como progresistas, revertir el estado de indefensión que atraviesan millones de argentinos y proveerlos de todos los recursos posibles que apunten a una equidad que hoy se vislumbra lejana, pero hay indicios positivos, que se orientan en esa dirección. Hay un despertar.
Por ejemplo, de acuerdo a como se aplique la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, esta puede constituirse en una herramienta trascendente de democratización de las voces. Donde pueda verse reflejada la riqueza en la diversidad que ofrecen las múltiples culturas y subculturas que nos atraviesan. Expresiones que en la actualidad son omitidas por la estructura mercantilista de la información. Habrá que ver si el Estado se asume como garante del derecho de todos, a una información libre, o si subrepticiamente o con acuerdos espurios, los popes mediáticos siguen con su misa neoliberal. La participación popular para conquistar y reclamar esos espacios, será indispensable desde el primer día que la ley se haga efectiva.
La pluralidad de voces, contribuirá en forma notable a proveer un material distinto al recibido durante décadas, que desnudará -aún más- a quienes venden diariamente carne podrida -como se dice en la profesión- o a quienes más allá de las diferencias, expongan sus ideas con seriedad, respetando las opuestas y que nos aproximen desde sus opiniones, a debatir un país para todos.
La educación -en el sentido amplio del término- sigue siendo el pilar donde se asienta la posibilidad de transformar la realidad. Sus contenidos y sus actores, voluntad política mediante, deberán desatar el paquete del elitismo que le insuflaron los fundamentalistas del mercado: los nuestros a Harvard o a La Sorbona, los de ustedes que nos miren por TV y en blanco y negro.
Ese tiempo necesario para sacar algunas conclusiones, ya va arrojando algunas certezas que difieren de las pronosticadas por los agoreros.
El país no está en llamas, el dólar por las nubes, ni el campo sin vacas, ni soja. A propósito, a dos años de la derrota del gobierno por querer aplicar por ley, la resolución 125 de retenciones móviles, las lecturas no son las mismas. A pesar de los errores en que incurrió el gobierno en su deseo de implementarla, también deja en claro los móviles de tanta resistencia. La quieren toda para ellos. No es el caso de los pequeños productores. El conflicto seguirá, porque de acumular y no repartir se trata.
En este recorrido de descifrar la realidad, el hecho que desde ahora, por ley, personas del mismo sexo puedan casarse o adoptar es trascendente. La trascendencia reside en que los derrotados -ocúpese de averiguar quiénes- revelaron no solo el desacuerdo - aceptable, sino cómo piensan, qué sociedad desean.¡Ojo! Están entre nosotros ¿no serán el demonio?
Asimismo, a quienes no la tenían muy clara, en Rosario acaba de comenzar el segundo juicio oral y público por crímenes de lesa humanidad, conocido como la causa Feced. Se podrá saber, de las casi 2000 personas que pasaron por la ex Jefatura de Policía de Rosario. 200 testigos- que habrá que resguardar- darán cuenta de lo sucedido. Histórico. Memoria, justicia y verdad. El ’76 para quien no veía, es bien descifrable.
El Macrigate también viene jugoso. Juguemos a descifrar-valga la redundancia- por estos tiempos quién es quién.
Aquí va una primer lista tentativa para revisar lo actuado y dicho con respecto a la igualdad de derechos de las minorías sexuales: Bergoglio, Duhalde & Reutemann, Jorge Obeid, Daniel Germano (Peronismo Federal), Carrió y Prat Gay se abstuvieron. Vaya paradoja con ese apellido. Siguen los nombres (Complete la lista)
Seamos cómplices, en la tarea de descifrar la realidad, nos hará menos vulnerables.
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