sábado, 27 de marzo de 2010

ARQUEOLOGIA URBANA

Investigación. arq. Gustavo Fernetti | Docente de la Escuela Superior de Museología de Rosario - Fotografía: Diego González Halama

Todos hemos tratado, alguna vez en la vida, de comunicarnos con nuestro grupo, sean amigos o cómplices, en un idioma tal que sólo ese grupo pueda hablarlo. Cuantas veces deseamos saber lenguajes inaccesibles, como el de la quiniela, el de los extranjeros de la peatonal, o el de los sueños. “El que te jedi” o “mañana lo hablamos” son fórmulas que remedan ese hablar críptico. Veamos opciones.

Algunos han tratado, desde tiempo inmemorial, de inventarse algún idioma propio.
Desde la escuela, cientos de canciones, hablillas y dialectos de recreo poblaron el habla infantil. En qué idioma están las palabras dinenti, payanca, yo-yo, antón pirulero, o “¡Pica Jeremías atrás del árbol!” ?
Estos códigos poseen cierta virulencia en la adolescencia, como cualquier padre que haya comprado un celular a su hijita de 15 lo puede comprobar. TKM es, tal vez, la más preocupante de las jergas para el padre celoso... ¿es una palabra? ¿Es una frase?¿Es una aventura amorosa de la niña?
Los lingüistas distinguen niveles de sonidos que manejamos con la boca:

a- El lenguaje, que es propio del hombre, es la capacidad de hablar. Sólo éste lo posee, a menos que el ladrido de un perro sea también un lenguaje.
b- La lengua, que es como decir el idioma.
c- El habla, que es como usamos la lengua, e incluye lo coloquial.
e- Los dialectos, que son derivaciones de las lenguas, y sin ser hablas, se van derivando con los años a lenguas nuevas.
d- Las paralenguas, o jergas, que son remedos o rebusques lingüísticos de los chicos, presos, vendedores de diarios, cocineras, ingenieros o astronautas para comunicarse y que el resto no entienda ni papa.

¿Ma qué?
Una de las paralenguas más conocidas por su universalidad son los argots.
En Argentina tuvimos -o tenemos- dos: el lunfardo y el cocoliche. Los argots usan la estructura de la lengua, pasan por el habla y después deforman ambas.
El cocoliche era una forma más o menos españolizada de otro idioma, que entendían todos: “Ma, io vivo en la strada Cunine”, suponía que el interlocutor sabía que, en italiano, “strada” es calle, y “Cunine” una deformación de Junín. No es una malformación, sino que el pobre gringo elige las palabras que el otro seguro va a entender. De allí el cocoliche, el pastiche, la mixtura.
El lunfardo o lunfa es más críptico.
Usa varios argots a la vez. Supuestamente fue un argot carcelario, pero usa palabras y modismos italianos, españoles, franceses, turcos, iddish y criollos. Posee sin embargo preferencia por el genovés y el napolitano, ambos dialectos. No entraremos en detalles, como traducir “ragú” por “hambre”: esas cosas son para los que saben.
El uso del lunfardo, en cambio, se extendía originariamente por los barrios más humildes, donde la policía arrasaba con todo, y así permitía una cierta confidencialidad interna al barrio, dice la leyenda. Como toda forma de hablar, es muy difícil de historizar, y más aún de traducir, si cabe el término.
El argot no es el slang, paralengua inglesa de los bajos fondos. El slang se mueve en lo coloquial, en lo más elemental, en la vulgaridad como elemento de desafío. Todo el mundo puede entender el slang, pues -como dicen los ingleses- se ha hecho para ofender.Es una “lengua de borrachera y sexo”.
La televisión, ciertos cantores de tango y algunos mal hablados han tratado de reducir el lunfardo a la simple intercalación de lunfardismos en el castellano.
Así, “percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida” posee dos palabras en lunfardo, muy adecuado para las clases medias. Pero el reo “aunque la barra bufe y le de strilo, el lengo e´chile es un bacán de gola” es más dificultoso de entender, porque el lunfardo estaba destinado a otra gente, a otros grupos.
Yacaré, Carlos De la Púa, Horacio Ferrer y Edmundo Rivero han popularizado el lunfardo, pero desde su pureza porteña. Ellos trataron de hacer una especie de arqueología del lunfardo, extraerlo de las fuentes más directas, siempre de Buenos Aires e ignorando casi siempre su universalidad argentina. Por supuesto, esto no implica que uno vaya por la calle hablándolo. Antes bien, el lunfardo químicamente puro promueve la extrañeza, es casi un exotismo. Vea sino el lector la graciosa letra del la milonga “Línea 9”:

Era un boncha boleao, un chacarero
Que se tomó aquel nueve en el Retiro.
¡Nunca vieron esparo ni lancero,
un gil a la acuarela más a tiro!

Eran polenta el bobo y la marroca
y la empedrada fule, berretín.
¡Del grilo la cashimba daba boca
y le orejeaba un poco el chiquilin!

El ropaé que acusaba este laburo
trabajó despacito… de culata…
¡pero el lancero se pasó de apuro,
y de gil, casi más mete la pata!

Era un bondi de línea requemada,
con guarda batidor, cara de rope.
Si no saltó cabrón por la mancada,
fue de chele nomás, de puro dope.

Como se ve, la traducción es casi inútil, y ponerle comillas es arruinar el verso.
La belleza está en la intención: un carterista que la pifia (diría Rivero: un esparo que la escafaña) al robar en el colectivo a un pobre chacra. La anécdota es lo de menos.
Lo importante, en toda lengua, en toda habla (y en toda paralengua) es la intención y el contexto. No se puede hablar sin intencionalidad y en un lugar dado, frente a alguien determinado. Es por eso que es ridículo lo de “I´m a pupil”, dicho en medio del desierto de Atacama. Es de oligoides.

I´m a pupil.
Gente que no comprende esta realidad de hierro se ha largado a inventarse idiomas. Completos. Hubo dos invenciones de extenso voluntarismo: el Volapuk y el Esperanto.
El Volapuk, invento del sacerdote alemán Johann Martin Schleyer de 1879, como idioma pereció por la incomprensión, ya que era motivo de sesudas discusiones gramaticales, y nunca pasó de los ciento cincuenta mil hablantes. Muerto.
Más suerte tuvo el esperanto. Hoy se enseña en el Pasaje Pam, allí en la Peatonal Córdoba. Lo inventó el oculista polaco Lázaro Zamenhof en 1887, como una lengua de apoyatura para el idioma materno de cada uno. Hoy lo hablarán unos dos millones, se estima, pero con escaso o nulo resultado, excepto tal vez para ejercer la finura de decir “¿vistes? yo hablo esperanto, Mecha”. No lo hablamos… unos seis mil millones.
Se suponía que estas dos lenguas iban a dominar el mundo, y que su composición, diseñada desde la facilidad de comprensión, iba a resultar tan cómoda, que todo el mundo los hablaría. Se eliminarían las fronteras, la gente se abrazaría por la calle y - Alá no lo permita- jamás existiría un Osama Bin Laden.
Falso. Casi nadie habla Esperanto (y menos aún Volapuk): la omnímoda utilidad del inglés lo ha hecho una lengua casi universal, porque el Imperio impone la lengua. No hay verdulero, maestra, cineasta o taxista que más o menos no maneje algunas frases inglesas, lo que no podemos decir del chino, por mencionar otro idioma.
Los franceses, tan orgullosos ellos, han creado un lenguaje técnico especial para poder aislar el francés en la esfera de la informática, tan alto es el nivel de ingerencia del inglés en la sociedad global, que deben defender su propia lengua.
Otro que intentó diseñar un idioma fue Xul Solar, amigo de Borges.
Su Panlingua intentaba combinar sonidos, giros de otros idiomas, incluso colores, para poder aprender un idioma para todos. Corrió la misma suerte.
Para Xul era una creación poética, metafísica incluso, y no una creación lingüística. Su idea era jugar con la idea de imponer y compartir, y a las buenas intenciones -disolver las diferencias- se superponía el autoritarismo: Xul era el encargado de aplicar los cánones del nuevo decir. Era el gramático. Se definía a sí mismo como “padre de una panlengua que quiere ser perfecta y que casi nadie habla, y padrino de otra lengua vulgar sin vulgo.”

Insistencias
Hay gente que insiste, sin embargo, con crear lenguas, idiomas. En Rosario, sin ir más lejos.
El Rosarigasino, también llamado Gasó, es una jerga -no alcanza ni a “paralengua”- consistente en intercalar una partícula (“gas”), entre las sílabas de las palabras castellanas de acuerdo a la acentuación. Luego se repite la vocal de la anterior sílaba, acentuada. Quien esto lee recordará intentos infantiles similares, como repetipitir laspa sipilapabapas; repetir las sílabas intercalando “pe”,“pi” y “pa”...
Se supone al Gasó de origen prostibulario, nacido en la ya mítica calle Pichincha, otros hablan de un origen carcelario, en la otra punta de calle Ricchieri. No importa, en realidad.
No pasa de un pintoresquismo exclusivista: promovido como broma por Alberto Olmedo en los 80, a su muerte varios “académicos” -no muy alejados de Xul- intentan dar cátedra de esta exquisita y exclusiva jerga local.
Debe haber veinte tipos -todos rosarinos- que lo hablan con alguna soltura, el resto del mundo ignora completamente estos yeites de barrio. Esa exclusividad les permite reunirse como una autoelegida aristocracia, en bares seleccionados con alguna ritualidad, para hablar en Gasó.
Una modesta gramática -a veces completamente arbitraria, puesto que es una lengua ágrafa- diseña las frases, recopiladas incluso en vistosos folletos a la venta firmados por Chiquito Reyes.Su producción más enjundiosa es Don Quijogasote de la Magasancha, en traducción literal.Por supuesto, es preferible el original.

Conclusión

Como el avispado lector habrá comprendido, estas creaciones van derecho al fracaso.
¿Qué tuvo el lunfardo, y de qué carece el inconcebible Gasó?
Desde un punto de vista lingüístico, es posible crear una lengua; desde el punto de vista social, no. Hace falta una sociedad que hable el idioma, no cuatro gatos locos.
Hasta la humilde jerga escolar posee características que le dan ventaja: es la presencia estable de un grupo humano con necesidades sostenidas de esa lengua: el grupo no quiere que la maestra se entere, e inventa un código. El Gasó carece de eso.
Desaparecido el grupo carcelario, el lunfardo se extravió, y parasitó el español de la calle, tal vez ya como identidad colectiva. Las palabras del argot ya no pueden vivir solas, porque el grupo de referencia ya no las usa. Mucha gente, durante varias generaciones, se pone de acuerdo para hablar de cierta manera.
Xul careció directamente de una sociedad que hablase su Panlingua, y dificultosamente alguien recite con soltura el himno en ese idioma. No habría otra solución más que la coerción violenta. Xul no llegó a eso, pero era tan críptico y elitista, que un éxito de la Panlingua lo hubiese decepcionado.
Ni hablar del Gasó, que se resume en la voluntad de un puñado de nostálgicos sesentones. Es y fue mucho más eficaz el lunfardo: en una sociedad eminentemente policiaca, autoritaria y con amplios sectores marginales, pudo ser un auxiliar lingüístico valioso; pasada esa realidad, el argot se infiltró donde hubo necesidad: en la noble complicidad del habla de todos los días.
Es por eso que este que escribe descree de la invención de idiomas. La gente no quiere saber otro, si no lo necesita. Lamentablemente para Xul, para Chiquito Reyes, toda lengua conocida carece de origen cierto y concreto. El preso nació con el lunfa ya inventado, o dicho de otra manera, toda lengua es siempre previa al que la habla…
Y para decir estupideces, creemos, nada como el idioma nativo.
Hoy, tal vez no necesitemos otro idioma, sino la comprensión que esperaban Xul, los volapukanos y los esperantistas.
Una comprensión humana, más allá de las lenguas.
Total, siempre podremos traducirla en Google.

5 comentarios:

ansardom dijo...

Apreciado D.Gustavo: no deja de ser interesante su escrito sobre los idiomas planificados. Pero claro, como toda obra humana que es suceptible de errores, su exposición no se ajusta a la realidad. Sobre todo con respecto al esperanto. Yo le aconsejaría obtener un poco más de información y una puesta al día en esta cuestión.Vaya usted a Google , o Youtube, o a Wikipedia y quedará muy sorprendido del estado actual del Idioma Internacional por antonomasia.Las últimas estadísticas dicen que son más de 32 millones y medio los internautas que usan este idioma de diseño para todo tipo de relaciones internacionales neutrales. Basta con mirar un poco en Facebook, Twitter, Tuenti, Ipernity en infinidad de otras redes sociales, chat,correos y blogs para hacerse una idea. Incluso ya los programas con vocación internacional no imponen el imperialismo lingüístico del inglés, sino que adoptan el esperanto,así lo hacen Mozilla Firefox y BS.Player por ejemplo.¿ No se ha enterado de la política de la Comunidad Europea, de otras naciones como Brasil, que por ley lo introducen en su sistema educativo? El doctorado en esperanto por la Universidad de Amsterdam y la generalización de su estudio en la mayoría de las universidades chinas.Bueno termino porque es mucho lo que habría que comentar y quiero ser breve. Busque Alejandro Cosavella y su tango en esperanto "Pro nur unu kapo" Venga que hasta puede que se entusiasme....Auque puede que prefiera el Klingon o el Na'vi de Avatar.... Un saludo amigo y a estudiar interlingúística

gustavo fernetti dijo...

Gracias por su comentario.
He buscado previamente lo que usted dice, pero no me he guiado por los mismos "esperantistas", que son optimistas por naturaleza, e incluso me han dado números espeluznantes, más grandes que los que usted suministra.
32 millones no pueden perderse así como así en seis mil millones, una cuenta simple dice que 1 cada 187 personas en el mundo lo hablan.
De todas maneras, busque usted en su barrio alguien que hable esperanto, o cante ese tango en ese idioma...
Seguro lo va a encontrar.
Avíseme cualquier cosa.
GF

ansardom dijo...

La afirmación no es que los 32 millones de personas usen el esperanto oralmente, que seguro que son menos como usted dice; se refiere la estadística a los que lo usan en internet. Ponga esperanto en Google y verá cuántas páginas salen; y eso sin contar que muchos esperantófonos no tienen colgada página web. ¿Cuántos millones? Y ahora vaya a Youtube si lo que quiere es oír canciones en esperanto: desde "Ese toro enamorado de la luna" hasta "La Bamba" o flamenco, o...o... Verá qué sorpresa. Eso lo pueden comprobar todos los que lean esto...Pero,claro que "no hay más ciego que el que no quiere ver". Mi agradecimiento por su cordialidad y atenciones al contestar mi comentario inicial.Reciba mi admiración y aprecio. NOTA: ¿sabía usted que la película Mefisto (Mephisto) doblada en esperanto obtuvo el Nóbel a la mejor película extranjera?

ansardom dijo...

Perdón: en mi anterior comentario, me refería obviamente al premio de la Academia Cinematográfica de EE.UU. al ÓSCAR. Perdone el error. Aprovecho para decirle que la película de culto "INCUBUS", fue rodada totalmente en esperanto, para lo cual los actores tuvieron que aprender este idioma cuyo Doctorado se hace en la Universidad de Amsterdam. (Los actores de la película Incubus son: William Shatner, Milos Milos, Allyson Ames,Ann Atmar,etc Dirigida por Leslie Stevens. (Ahora recuerdo otra de Alex Angulo y Ramón Barea, titulada "El coche de pedales" con pasajes en esperanto y totalmente subtitulada en este idioma internacional neutral....Bueno la UNESCO ha recomendado su enseñanza en varias ocasiones a los paìses miembros. El tema da mucho de sí, y si lo llega a parender ya verá lo interesante que es.

gustavo fernetti dijo...

Usted da por sentado que yo no he estudiado el esperanto, o lingüística.
El esperanto es en el fondo una reducción o código, no una lengua. Es intermediario, no productor.
Primero, no está adscripto a una cultura específica, ergo, carece de dinámica propia, y se basa en letras latinas (del italiano y el español, según veo, olvidándo el hebreo o el indi).
La lengua es la representación una cosmovisión, en la cual el hablante no participa como modificador más que muy lentamente. Ni usted ni yo podemos modificar, y menos que otro comparta esa modificación, por ejemplo, el pronombre "yo". Basta con leer a Saussure y Bajtin.
Si en español negro refiere a un color , a imágenes también, por ejemplo a la muerte. No es un color para pieza de niño, digamos. En china ese color es el blanco, entre esquimales, el gris plomo. ¿que es en esperanto el negro?
Así, "Pro nur unu kapo" es una traducción, y no un tango. La imagen lunfarda es la de un caballo, que pierde por muy poco, y la lengua "automáticamente" en nuestras cabezas compara dos imágenes de dos mundos, turf y vida cotidiana: "Perdí por poco, como ese caballo".
Vaya usted a representarle esa imagen a un chino en esperanto: deberá perder su riqueza folklórica obligadamente. O trate de contar usted un chiste que lo haga reir mucho a un noruego.
otra imagen: "Mirar hacia atrás" en relación al Pasado, en chino es "mirar hacia arriba" ¿cuál es la imagen esperanta de Pasado?
Le digo, al margen, que para oir Por Una Cabeza, prefiero a Gardel. El "Pro nur unu kapo" más me parece una delicatessen que un tango.
Además el esperanto carece de habla. No posee modismos.
"Flaco" es un ejemplo¿cómo se refiere uno a su mejor amigo esperantista?.
El esperanto es esclavo de su código; es imposible (por ahora) poder decirle a un peronista "gorila" en esperanto, y que se enoje seriamente. Creerá que le está diciendo "gran simio" ¿Y?.
Y en lo relativo a La Bamba, etc., se puede traducir todo lo que usted quiera.
Lo dificultoso es hallar un Ritchie Valens esperatista, que escriba con imágenes del propias esperanto una canción... ¿tropical? ¿árabe? ¿lunfarda?.
Creo que ese es el gran problema del esperanto: su dificultosa apropiación, su carencia de habla. Las viejas del barrio, los adolescentes, los presos y abogados, no pueden apropiarse de ese código, como sí hicieron del español. Si usted lee a Bajtin, la apropiación en forma de formatos cotidianos, corporativos, las hablas profesionales, son fundamentales para que la lengua se afiance y cambie.... y sea usada. El ingles nos veda esa posiblidad, pero lo salva su utilitarismo, es el idioma internacional. Puedo hablar con un chino con él, sin necesidad de rastrear un esperantista. Hoy -aunque duele- necesitamos del inglés.
INCUBUS - ya que la menciona- es una rareza, pensada para pocos, seguramente para delicia de los esperantistas. Seguramente deberá ser subtitulada en español, inglés o algo así, para que el vulgo -los no iniciados- puedan entenderla.
Más me parece que es un exotismo de coleccionista, una forma de decir "ah, viste, yo sé algo que vos no". De culto, usted lo dijo.
Sino, TODOS hablaríamos esperanto, como un gran porcentaje de la clase media habla inglés, por necesidad social.
Disculpe si lo ofendo, pero puesto a elegir prefiero aprender el lenguaje de señas, los sordomudos están al toque, al lado mío. Y para decir estupideces como las mías, me basta el español.
Finalmente, ya que le gustan los números y mediante una simple cuenta, de acuerdo a esa estadística mundial que me ha detallado, debería haber unos 5000 o 6000 esperantistas en Rosario en proporción.
Por ahora -ya que se supone soy ciego- me basta con comparar la puerta de entrada de la Asociación, en pasaje Pam, con la puerta de Aricana.
Son muy diferentes, vea.
Ya en el ancho.