martes, 13 de octubre de 2009

ECOLOGIA. Estuve en los barcos

Por Sergio Rinaldi (Periodista Ambiental)Coordinador General del "Taller de Comunicación Ambiental" (Rosario)

Esta nota es muy especial, y en un momento también especial y maravilloso, para nuestro querido "El Vecino". Este artículo refleja mi relación de trabajo con una de las organizaciones ambientalistas a nivel mundial más comprometidas, Greenpeace. Un relato de mi trabajo junto a ellos y en su famosa flota de barco.

Desde mis comienzos en el trabajo del "periodismo ambiental" siempre estuve muy ligado a Greenpeace.Fundamentalmente a las campañas que se llevan adelante desde las oficinas que en Buenos Aires tiene esta reconocida entidad internacional.
Para con Greenpeace no tengo más que palabras de agradecimiento ya que siempre ha participado en forma activa en el "Ciclo de Ecología" que coordino desde hace muchos años en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia de la ciudad de Rosario.
Desde los comienzos mismos del Ciclo de Ecología en 1994 han sido infaltables sus visitas demostrando un compromiso muy grande para con el espacio. Las diferentes problemáticas que trabaja Greenpeace han sido expuestas con sus mejores coordinadores y materiales. Las campañas sobre energía, cambio climático, bosques, ballenas, nuclear, contaminación, etc... han sido presentadas no escatimando a veces hasta primicias absolutas en los materiales que exponían.
Por ejemplo en el año 1997 mostraron en exclusiva para nuestra ciudad y todavía sin editar las imágenes que habían logrado en la campaña a la Antártida mostrándonos los resquebrajamientos de los placas eternas (hasta ese momento) de los hielos del continente blanco, en una verdadera demostración científica de los estragos del calentamiento global planetario. Esas imágenes todavía no habían sido mostradas públicamente en Buenos Aires y sin editar las pasaron en exclusiva en nuestro espacio.
En el mes de julio de 1995 y en ocasión de cumplirse la primera década del infame atentado que agentes del Servicio Secreto francés perpetraron contra el buque insignia, el Rainbow Warrior, eligieron nuestro taller, para estrenar el documental titulado "No se puede hundir un Arco Iris". En esa ocasión, junto a Juan Carlos Villalonga, encargado de energía de Greenpeace y fundador del "Taller Ecologista" de Rosario logramos colmar la Sala F del Centro Cultural Bernardino Rivadavia con más de 400 personas. En esa jornada, en días previos y posteriores desde nuestro espacio de difusión y junto a Greenpeace juntamos cientos de firmas contra la reanudación por parte del gobierno de Jacques Chirac de los ensayos nucleares en Mururoa.Luego de toda esa "movida" mundial de la que orgullosamente fuimos parte, Francia detuvo finalmente los ensayos nucleares en enero de 1996.
Hasta tuvimos el enorme privilegio de que a lo largo de todas sus visitas a nuestro "Ciclo de Ecología" se presentaran el Director Ejecutivo el Director de Campañas y el Jefe de Prensa de las oficinas de Argentina.
Pero también me ha tocado en suerte poder colaborar muy de cerca con ellos en distintas acciones que se llevaron a cabo en otras regiones de nuestro país. Recuerdo que con ellos transité por tierra buena parte de la Patagonia Argentina cuando se realizara en junio de 1996 la denominada "Marcha Antinuclear" a la localidad de Gastre (Chubut), lugar este elegido para ubicar-la resistencia y lucha de la gente y de los grupos ambientalistas lo impidieron- un "basurero nuclear". Elegido no solo para que Argentina deposite sus residuos, sino también las potencias nucleares del mundo.
Pero como comunicador especializado en temas ambientales una de las más grandes emociones fue estar en los famosos "barcos" de Greenpeace.

LA FAMOSA FLOTA
DE BUQUES

Realizando tareas específicas de cobertura radial para LT8 Radio Rosario, estuve en sus barcos cuando estos vinieron a las costas de Rosario en los años 1998 y 2000. Esas embarcaciones eran el MV Greenpeace y el Artic Sunrise respectivamente. Arriba de este último también participé cuando regresó en marzo de 2004 a nuestro querido Río Paraná para denunciar la construcción de la Central Atómica Atucha II. Pero más debo viajar en el tiempo, cuando me tocó estar arriba del Rainbow Warriors II en las costas de Río de Janeiro, en junio de 1992 para asistir a la "Cumbre de la Tierra" o "ECO 92",y contar sus pormenores.
El Rainbow Warrior II se puso en marcha en 1989 cuatro años después del mencionado hundimiento del Rainbow Warrior II. Tiene en la actualidad 52 años prestados de servicio como nave y 20 años de exitosas campañas ambientales en todo el mundo. La gente de Greenpeace Internacional ha anunciado que se está acercando a su fecha recomendada de clausura y que debe ser remplazado, es por eso que continuando con su fuerte tradición naval han anunciado con "bombos y platillos" la construcción del Rainbow Warrior III. Este nuevo barco se lanzará en 2011 en el aniversario número 40 de Greenpeace.
"El Rainbow Warrior es sinónimo de Greenpeace, la adopción de una postura para defender el planeta, y un icono de la esperanza en todo el mundo. No sólo proporciona a Greenpeace una plataforma para desafiar el abuso ambiental en todo el mundo, sino también la inspiración a las personas para que tomen medidas por su cuenta. Más que nunca el mundo necesita la esperanza y la inspiración proporcionada por el Rainbow Warrior.", dijo Gerd Leipold, Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional, en la ceremonia de firma del contrato de la nueva nave.

Los barcos de
Greenpeace en Rosario

En diciembre de 1998 recibíamos en Rosario la visita del barco MV Greenpeace. Llegaba frente el mismísimo Monumento Nacional a la Bandera para denunciar a las empresas del cordón industrial, ubicadas geográficamente al norte de la ciudad, que contaminaban el Río Paraná. En ese momento Petroquímica Capitán Bermúdez, Celulosa Argentina S.A. e ICI/Duperial fueron las denunciadas. Ellas vertían distintos tipo de contaminantes al río, muchos de ellos extremadamente tóxicos. Me tocó estar como periodista, junto a otros colegas, en la cubierta viendo en exclusiva las acciones de denuncia que Greenpeace llevó adelante contra esas contaminantes industrias. Pero no solo en la cobertura radial quedó mi compromiso, sino que por varios días estuve en el mismo barco colaborando en la logística de prensa. En ese momento la vocera de las denuncias era la Coordinadora de la Campaña de Tóxicos, la bióloga Verónica Odriozola.
Algunos años después de estas denuncias la mencionada coordinadora se presentaba en nuestro "Ciclo de Ecología" para contarnos como proseguían el estado de las denuncias, demostrando con esto que nuestro espacio de difusión seguía, más allá del paso del tiempo, muy de cerca las diferentes problemáticas que se presentaban en nuestra ciudad.
Este barco, el MV Greenpeace, y que fuera el primero que llegó a las costas de Rosario fue construido en 1959, era un buque remolcador de rescate y en un principio su nombre era el Elba. Fue adquirido por Greenpeace en 1977 y reformado con modernos equipos, antes de ser relanzado en 1986. Presto servicio para Greenpeace durante 15 años, circunnavegó el mundo en varias ocasiones, participando en numerosas campañas.
El MV Greenpeace fué sustituido por el MV Esperanza. Desde entonces ha sido reconvertido a su forma original como el Elba y ahora es un museo en Rotterdam.
Con respecto a el MV Esperanza, este fue botado en febrero de 2002. Es hasta hoy la última y mayor embarcación de la flota.MV Esperanza es el primer barco en recibir su nombre a través de los visitantes de la web de dicha entidad.
Dos años después, en el 2000, las costas de Rosario recibirían la visita de otro de los míticos barcos, el rompehielos Artic Sunrise.
En esa oportunidad la organización ecologista le exigiría a ICI/Duperial el retiro inmediato de 30 toneladas de Gammexane que esta industria había enterrado ilegalmente diez años antes en la localidad de Estación Argentina, en la provincia de Santiago del Estero. Greenpeace había desenterrado en días anteriores una porción de esos residuos tóxicos hallados en el lugar, los había embalado en un tanque de seguridad y los devolvía a la planta ubicada en la histórica ciudad de San Lorenzo. Los directivos de la empresa aceptaron tomar el envío. Esa acción no se pudo realizar por el Río Paraná por desperfectos técnicos del Arctic Sunrise así que se realizó en una caravana de vehículos hasta la puerta de la misma planta.
Según Greenpeace los análisis de laboratorio realizados en el lugar dónde había estado enterrado el Gammexane detectaron la presencia de otros contaminantes como el aldrin, el heptacloro o el DDT. También muestras bacteriológicas y químicas hechas en Santiago del Estero se constató la presencia de contaminantes en el agua potable con la que se abastecía la población. Se iniciaron además sendas causas en la justicia de la "madre de provincias" y se citó a prestar declaración indagatoria a los representantes de ICI. Hasta un fiscal dijo que correspondía concretar una imputación penal contra seis representantes de la compañía.
Fue un enorme orgullo por esos días estar a bordo del Arctic Sunrise, y colaborar a pleno con la prensa de Greenpeace. Además años después el final en este tema fue feliz, ya que gracias a la presión de la sociedad civil y Greenpeace la industria química se termino haciendo cargo de desenterrar las treinta toneladas enterradas ilegalmente. Un buque, en octubre de 2003 se encargó de llevarlos al exterior para ser tratadas. La remoción fue acordada a través de un convenio entre la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y la Cámara de la Industria Química y Petroquímica.
Pero por esos días de diciembre del 2000 no solo se realizaría esa acción, también y en el marco de esa gira contra la contaminación Greenpeace daba a conocer información que reflejaba la contaminación generada por la Curtiembre Arlei S.A. en la localidad de Las Toscas al norte de nuestra provincia de Santa Fe. Esta curtiembre arrojaba sus efluentes en enormes lagunas de residuos a cielo abierto que luego desembocaban en el Arroyo Las Tocas, que es afluente del Paraná. Greenpeace había tomado cinco muestras en mayo y agosto de ese año 2000, que incluían efluentes industriales, sedimentos asociados y desechos sólidos provenientes de un campo dónde Arlei S.A. habría depositado en el pasado residuos de curtiembre. Las muestras analizadas en el laboratorio que Greenpeace posee en la Universidad inglesa de Exeter, reflejaron niveles muy altos de cromo en los efluentes y lodos en las lagunas de la empresa. En una acequia a cielo abierto que corre paralela a un camino en cercanías de la curtiembre, mostró niveles de cromo más de treinta veces superiores a los promedio hallados, en sedimentos no contaminados.
Según datos de la Cámara de la Industria Curtidora Argentina, la curtiembre Arlei S.A. había exportado en 1999 cueros por un valor de 42.400.000 de pesos, valor que la convertía en la quinta curtiembre exportadora del país. En ese momento, y desde esa "movida" que se coordinó desde el barco rompehielos de Greenpeace se realizó una denuncia penal.
Esta historia tan rica que me tocó cubrir "arriba de los barcos" la convertían en las primeras e históricas denuncias contra las empresas del cordón industrial, al norte de Rosario, y a las impunes empresas del olvidado norte santafesino.

En el 2004 nuevamente
en el Arctic Sunrise

Pero el Arctic Sunrise regresaría a nuestro Río Paraná. En el marco de la campaña "Elegí Energía Positiva", Greenpeace realizó una protesta frente a las instalaciones de la inconclusa central nuclear de Atucha II advirtiendo sobre los inconvenientes de ese proyecto. Greenpeace indicó que Atucha II resultará en "riesgos, basura y más deuda".Desde el navío varios activistas a bordo de botes inflables llegaron hasta el límite de la central nuclear ubicada en la localidad bonaerense de Lima. "Este es un proyecto negativo, de alto riesgo, caro, tecnológicamente obsoleto, un legado de la dictadura militar", dijo en esa oportunidad Juan Carlos Villalonga, que en ese momento ya ejercía el cargo de Director de Campañas de Greenpeace Argentina. Estar en esa "acción" de Greenpeace nuevamente arriba de sus barcos eran para mí un enorme orgullo.No sólo como comunicador, sino también como militante ambiental.

Epílogo
Desde Greenpeace nos informan

"TAN VERDE COMO
SEA POSIBLE"

El casco de acero del Rainbow Warrior II está construido con un remache viejo y se está haciendo cada vez más caro mantenerlo en los más altos estándares de clasificación. Necesitaremos un nuevo Rainbow Warrior, a fin de cumplir con los desafíos futuros de nuestra campaña mundial. Reparar el barco existente no es técnica ni económicamente viable y la mejora de un buque de segunda mano podría comprometer nuestra campaña y las necesidades de conservación de energía. Después de un cuidadoso análisis, hemos decidido que la construcción de un buque de cero es, por mucho, la mejor opción.
El Rainbow Warrior III será un velero construido específicamente para nuestras necesidades y realizado con los más altos estándares ambientales.
El buque llevará una completa gama de equipos de seguridad y herramientas de acción, entre ellos cuatro embarcaciones inflables y las instalaciones para un helicóptero, a la vez que proporcionará alojamiento y una plataforma de comunicación con la última tecnología.
El buque será construido principalmente para navegación (utilizando energía eólica en lugar de combustibles fósiles), con la opción de que en condiciones climáticas inadecuadas pueda cambiar al motor de potencia de propulsión diesel eléctrica. También tendrá las siguientes características verdes:
• La forma del casco diseñada específicamente para maximizar la eficiencia energética.
• Un mástil y velas con armazón A - optimizado para una navegación altamente eficaz.
• Sistema de acción eléctrico (10 nudos en sólo 300kW)
• Categoría de barco verde con Pasaporte Verde.
• Tratamiento biológico de aguas residuales y aguas grises
• Central de ventilación y sistema de llenado de combustible y aceites para evitar derrames.
• Sistema de pintura ecológico.
• Reutilización de la temperatura del motor para calentar agua.

LANZAMIENTO VIRTUAL

A principios de 2010, estaremos lanzando una versión virtual del Rainbow Warrior III en colaboración con VSTEP, los fabricantes del "Simulador de Barcos", una serie de juegos para PC. En el juego armado a partir de los actuales dibujos y especificaciones 3-D CAD con las que el buque será construido, los jugadores podrán navegar por el Rainbow Warrior virtual a través de condiciones meteorológicas y marítimas reales y revivir los viajes de Greenpeace para detener los ensayos de armas nucleares, salvar a las ballenas, y proteger la Antártida, en su propia PC o en línea con múltiples jugadores. El juego también contará con nuestro barco Esperanza y bote "Billy G".

Referencias: Páginas Web de Greenpeace. Coberturas y vivencias propias.


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