sábado, 19 de septiembre de 2009

EDITORIAL: CANAL ABIERTO

Por Carlos Galli

En la antesala de un suceso histórico -esta publicación cumple el próximo mes de setiembre sus 25 años de vida en Rosario-, también cierra en pocos días el calendario electoral de 2009. En esta ocasión los distintos municipios escogerán – resueltas las primarias y armadas las listas definitivas, quiénes serán sus nuevos representantes en cada municipio o comuna. No se dirime presidente, ni gobernador, ni intendente, sino concejalías. Vale aclararlo porque no es nuevo el hecho de darle a cada elección un tinte macro de su dimensión.
El voto ha ido marcando que la predilección por cada fuerza política es variable de una instancia a otra, más allá de las especulaciones que siempre se hacen antes, durante y después que hablen las urnas.
Además, -como lo venimos señalando hace tiempo-, el voto es prestado por un lapso de tiempo cada vez más acotado. Una modalidad que acreció desde la caída del menemismo y que refleja que la Argentina sigue buscando su destino, descreído del amor a primera vista o a la insistencia de los medios para instalarlos para defender intereses afines.
Ejemplos sobran, y algunos ya emergen a escasos días de las legislativas. Tanto los apocalípticos que vaticinaban un país en llamas si perdía el oficialismo, como la sonrisa triunfalista de circunstanciales ganadores, que gastaban a cuenta de 2011, el espejo no les refleja lo mismo. El país no está en llamas como pregonaban los primeros, y los nuevos presidenciables escogidos desde las usinas del poder, medios de comunicación incluidos, comienzan a vislumbrar que ciertos desafíos no son para cualquiera, y el 2011 -por ahora- está abierto para más de un lance, perdón, lanzamiento. A diferencia del fútbol el libro de pases está abierto siempre y los cambios de camiseta, aún entre rivales clásicos no resultan asombrosos.
El peronismo sigue urdiendo la trama visible de ofertarse como oficialismo y oposición, exhibiendo un amplio abanico que va de izquierda a derecha, según la ocasión, pasa por el centro, y no desecha nunca nuevas incorporaciones si algunos de sus jugadores no pasan por su mejor momento. El tema es impedir la irrupción de competidores con chances . Y convengamos, que la estrategia les ha dado resultado, porque del lado de los adversarios, aún no se pergeñado un equipo sólido, solo insinuaciones. El campo de juego ofrece espacios vacíos que habrá que ver en esta puja, quienes se lo adjudican, con el temor lógico que sean aquellos que más allá del voto, jamás ven amenazados sus privilegios.
Enhorabuena, la calma parece haber retornado, a pesar de las bravuconadas de los patriotas del campo- entendiendo que afuera quedan los productores con problemas reales-, expresados por el grupo Clarín que en pos de desprestigiar al gobierno no escatiman groserías y no dejan de mostrar la hilacha. Al fin y al cabo, no ocultan a qué modelo de país aspiran.
En este ínterin el oficialismo dado por muerto hace días, se ha revitalizado, el fútbol gratuito a pesar de los entretelones del acuerdo con la AFA tuvo un alto grado de aceptación. Solo la ira de los que quedaron fuera del negocio. No hay que olvidarse, en el sistema todo es por plata. Y es de imaginarse los alaridos cuando se presente en el Parlamento la nueva Ley de Radiodifusión, que apunta a la democratización de los medios, y el recorte del negocio para pocos.
Como vemos siguiendo con la metáfora futbolera, el campeonato se niveló para abajo, y la punta cambia de dueño con facilidad. Cualquiera la consigue, y también la pierde. El campeonato está bueno y ya no se ve por un solo canal.
Cuando nos reecontremos “El Vecino”, tendrá sus bodas de plata -parece joda- porque plata nunca, pero sí perseverancia. La misma que necesitamos para transformar a nuestra Argentina, donde el 27 de setiembre otra vez votamos.

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