
En el acto de reapertura, la provincia y la Fundación Furman, encargadas de llevar adelante este emprendimiento solidario, firmaron un convenio de colaboración que permitirá un espacio de capacitación y producción en el ámbito de la panadería, con la finalidad de promover políticas de inclusión y reintegración social.
En tal oportunidad, Binner señaló que la reapertura del establecimiento, que estuvo cerrado por casi una década, “es una obra viva que nos permite recuperar la idea de dar y construir como fuente de solidaridad para todos los santafesinos”.
En las instalaciones recuperadas, restauradas y refuncionalizadas por el gobierno provincial, trabajan seis operarios: dos desocupados pertenecientes al Programa de Capacitación Laboral; dos internos de la cárcel de Las Flores que gozan del beneficio de las salidas laborales; y dos personas que recuperaron la libertad recientemente y enfrentan las primeras experiencias de reinserción social. Las designaciones corrieron por cuenta de los ministerios de Desarrollo Social, Seguridad y Justicia y Derechos Humanos, respectivamente.
Los trabajadores, que recibieron capacitación específica para la manipulación de alimentos, cobrarán una beca de 500 pesos. Por su parte, la Fundación Sara María Furman se encargará de la compra de la materia prima y el mantenimiento de las maquinarias.
TRIPLE FUNCIÓN. “Hoy es un día muy importante para la ciudad de Santa Fe y para la provincia porque estamos rindiendo un homenaje, a través de su propia obra, a quien fuera Boris Furman”, dijo el gobernador y destacó que el emprendimiento tendrá una triple función: “Por un lado, se está produciendo pan para entregar a los sectores más necesitados y por el otro se está formando en el ámbito laboral con un oficio digno, y al mismo, tiempo generando una acción fundamental para recuperar a los detenidos; hoy tienen un trabajo que tiene que seguir para el bien de nuestra sociedad”.
Un marco de oportunidades.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Héctor Superti, sostuvo que esta experiencia “es altamente significativa” para su cartera porque a través de ella “se genera un marco de oportunidades para aquellos que tienen la intención de reintegrarse e incluirse nuevamente en la vida en sociedad”.
“Uno de los puntos más importantes para el reintegro –continuó Superti– es justamente el trabajo, y este espacio va a permitir la capacitación laboral y la generación de antecedentes para que cuando uno intente trabajar en otro ámbito tenga qué ofrecer para conseguir esos puestos de trabajo”.
Por último, el ministro de Justicia remarcó –refiriéndose a los trabajadores– que “el éxito o fracaso de los programas depende de cada uno de ustedes; esta es una oportunidad que puede ser o no aprovechada y el problema trasciende incluso la situación de cada uno, porque si funciona bien va a permitir que otros tengan la misma posibilidad” en el futuro.
PANIFICADORA FURMAN. La panificadora Furman fue inaugurada el 24 de noviembre de 1988 por Boris Furman. Este emprendimiento solidario entregó, durante 12 años, a diario y gratis, 1200 kilos de pan a los vecinos de Santa Rosa de Lima, Villa del Parque y Villa Oculta, de la ciudad de Santa Fe. En noviembre de 2000 Boris Furman quebró y la panadería debió cerrar sus instalaciones. Además, en el 2003 el local y las máquinas quedaron inutilizados por la inundación.
Binner añadió que “esto también nos permitirá valorar el espíritu solidario de estas obras que no es entregar lo que a uno le sobra, sino pensar en que el otro es un ser humano que necesita vivir con la alimentación, con la educación, la salud, el trabajo, la vivienda, como derechos fundamentales de cada uno de nosotros y recordar la figura de su creador, Boris Furman”.
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