lunes, 15 de diciembre de 2008

Pueblos indígenas, territorio y poder

Por Silvana Depetris

“Pueblos indígenas, territorio y poder. De la idea de desierto decimonónica a la desterritorialización contemporánea”
Bajo este título se presentó un proyecto de la mano de graduados y docentes de la Universidad Nacional de Rosario, que fuera recientemente aprobado, mientras el grupo investigador continúa indagándose por una historia que sigue teniendo fronteras.
María Victoria Taruselli, licenciada en Ciencia Política; Julio Risso, licenciado en Ciencia Política, Patricia Luján y Claudia Gotta, licenciada en Historia y docente investigadora de la Facultad de Humanidades y Arte, así como también de la Facultad de Ciencia Política y RR.II., como directora del Proyecto “Pueblos indígenas, territorio y poder. De la idea de desierto decimonónica a la desterritorialización contemporánea”, dialogaron con Revista El Vecino, comentaron de qué se trata el proyecto, y trazaron líneas hacia el futuro respecto a esa otra historia que rara vez nos contaron, además de apuntar cuestiones fundamentales que vinculan a pueblos originarios y Estado.

¿Cuál fue la génesis de trabajar en proyectos que vinculan Pueblos Originarios y Estado?
Claudia: En realidad yo me ocupo del área de los Pueblos Originarios desde hace ya dos décadas en investigación y un poco más en docencia. Al desempeñarme en la facultad de Ciencia Política y al surgir como problemática abordada por los alumnos (Victoria y Julio) para sus tesinas, hemos diseñado un proyecto que se llama “Pueblos Indígenas, territorio y poder. De la idea de desierto decimonónica a la desterritorialización contemporánea”, donde justamente intentamos trazar una línea que articule en un tiempo de larga duración, cómo las comunidades originarias del actual territorio argentino, desde los inicios del Estado Nación, fueron excluidas del proyecto de diseño de país, hasta llegar con esta cuestión a la contemporaneidad, donde tal vez esa desterritorialización surge con mayor claridad, e incluso las reivindicaciones de los pueblos, entre las cuáles las demandas más concretas tienen que ver con la readjudicación de aquellos territorios que le pertenecieron.

¿En qué momento se encuentra este proyecto?
Victoria: Este proyecto fue recientemente aprobado, y en cuanto se abra la convocatoria la idea es ampliarlo para que sea totalmente interdisciplinario, agrupando a los estudiantes de Humanidades que tienen intereses muy parecidos, pero desde otras disciplinas. En tanto, los avances que fuimos realizando los fuimos presentando en distintas instancias de divulgación.

En cuanto a las tareas, ¿qué están realizando actualmente?
Claudia: Digamos que hay diferentes instancias. Hay una clara línea volcada a lo investigativo que se centra en producciones y presentaciones, ponencias y escritos en encuentros académicos y también, tanto Victoria como Julio han presentado proyectos relacionados a nuestro proyecto macro en el Conicet. Además, hay una articulación concreta, que es el trabajo con las comunidades. Nosotros no solamente queremos romper las barreras disciplinarias en el trabajo investigativo, sino que, como muchos otros, al ser un problema complejo, creemos que demanda de la mirada multidisciplinaria, lo que implica romper una barrera y trabajar en un colectivo donde la labor sea de manera conjunta. En este marco, aparecen otros proyectos que están en instancia de evaluación, y que se componen por otro grupo de gente que se suma de carreras como Arqueología o Ciencias Biológicas, que articula la vinculación de las comunidades con los museos o se detienen en lo que es básicamente la mirada colectiva. Del mismo modo, otro grupo de estudiantes está actualmente trabajando en el Museo Gallardo. Con esto estamos vinculando instituciones con una mirada que busca en el presente rastrear los saberes de los pueblos originarios que tienen que ver con el uso de plantas medicinales, con procesos de preservación del medio ecológico, entre otras cuestiones. Nosotros pensamos que el saber científico debe estar a disposición de una formación de ciudadanía que permita una Nación diferente, que tenga en cuenta la diversidad cultural que les fue negada a estos pueblos y en ese sentido estamos trabajando en cuestiones muy puntuales.
Julio: Una de esas cuestiones justamente tiene que ver con el Escudo de la provincia de Santa Fe, ya que el modo en que fue diseñado y creado, no creemos que represente a los ciudadanos en tanto y cuanto el óvalo central representa el acto de genocidio sobre los pueblos originarios. La idea es difundir esto e intentar que se reproduzca un cambio sobre este símbolo.

Hace unos meses el gobierno provincial ha informado la restitución de territorios correspondientes a estas comunidades, ¿consideran que es un paso hacia delante este tipo de políticas?
Victoria: Sí, a los pueblos Mocovíes en Santa Fe. En cuanto a estas políticas de reconocimiento de tierras creemos que se efectivizó, pero el discurso del gobernador plantea las políticas de devolución de tierras como una propuesta concreta. Por otro lado, como pasos hacia delante nosotros consideramos también importante el hecho de que este año pudimos incluir en el cronograma del Congreso sobre Democracia que se realiza en la facultad de Ciencia Política la temática de los pueblos originarios, ya que es un tema que no transita frecuentemente en la facultad.
Julio: A mi criterio, considero que es importante poder politizar esta cuestión para poder repensar y replantearnos algunas cuestiones que tienen que ver con nuestra historia y cotidianeidad, y fundamentalmente como es nuestra relación con el otro indígena.
Claudia: En este sentido, nosotros planteamos la construcción de memoria, una palabra que se ha abusado e incluso se ha encorsetado y ha quedado limitada a los últimos años de la última dictadura, que afecto terriblemente la historia de nuestro país, pero nosotros concebimos a la memoria como esta mirada que se proyecta hacia el pasado pero articulando el presente, y en esta idea que comentaba Julio, de pensar a los otros para pensarnos nosotros mismos, entendemos que en este ejercicio estamos replanteando la Nación que tenemos, tomando incluso la idea de Renan, quien dijo que una Nación es un grupo de individuos que ha decidido recordar algunas cosas y olvidar otras. Nosotros sostenemos que hay un pasado que debe ser recuperado y en este contexto tenemos que acompañar este reclamo por modificar el escudo, porque consideramos que hoy nadie se siente representado por un símbolo que manifiesta abiertamente la derrota de los pueblos originarios. En esas pequeñas grandes cosas creemos que acompañamos la reivindicación de los pueblos.

Además de este, ¿en qué otros proyectos están involucrados?
Victoria: Hay otros dos proyectos en análisis. Uno fue presentado a la provincia y en él están integradas las diferentes disciplinas que nombrábamos antes, y la idea es trabajar en las escuelas del sur de Santa Fe el ámbito de los saberes originarios y también sobre cómo se apropian de estos saberes las comunidades escolarizadas, porque también nos planteamos qué pasa y qué políticas interculturales se aplican en los colegios a los que no asisten alumnos de comunidades indígenas, por que si sólo existe interculturalidad en colegios a los que asiste población indígena no es avanzar demasiado. También queremos indagar un poco en qué imaginario ha instalado la historia oficial y si eso se ha sido modificado o no a partir de nuevas legislaciones. A simple vista, podemos arriesgar que no se han modificado esas estructuras, pero queremos estudiarlo.
Claudia: Nosotros lo que buscamos es estrechar lazos con las comunidades educativas de las localidades en las que pensamos trabajar y que eso nos permita ver cuales son las realidades en relación a lo que planteamos. Respecto al otro proyecto, podemos decir que está vinculado a una localidad concreta, que es San José de la Esquina, en la cual justamente existe un lugar paradigmático que es la reconstrucción que se hizo en la época de la dictadura de la Guardia o Fuerte de la Esquina Posteriori, que plantea ese imaginario sobre la línea de fuertes y fortines como último valuarte de la civilización y la lucha contra los malones que tenían asoladas a las comunidades blancas. El trabajo se propone rastrear hasta dónde la comunidad sostiene la representación de este monumento histórico, tal como fue declarado. Por lo que sabemos a priori, hay gente que sostiene que no debe cuestionarse y otro tanto de población que está empeñada en revisar y rastrear el fuerte original, por eso queremos saber a nivel de la comunidad la representación simbólica que tiene este avance fronterizo, porque el concepto de la frontera atraviesa toda nuestra visión, entendiendo como frontera también la frontera simbólica que dura hasta el presente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Debo decir, a confesión de partes, que la profesora Claudia Gotta es todo menos abierta y pluralista. Ello quedó demostrado en los cuestionamientos que hicieron algunos miembros de las comunidades originarias que asistieron a la presentación de la Cátedra Libre "Saberes, creencias y luchas de los Pueblos Originarios", donde hasta el mismo Osvaldo Bayer asistió a esta muestra de arrogancia y egoísmo por parte de la docente de la UNR que prefirió responder a los planteos hechos con un simple "Bue, sigamos..." Amén de representar y apoyar a un sector político de la Universidad, la franja morada (los radicales), que están echando por tierra los planteos de la Reforma Universitaria (cogobierno, excelencia académica, transparencia de las decisiones públicas) a costa de reproducirse en el poder mediante acomodos, estafas y malversación de fondos.
Otra prueba que ratifica su falta de apertura mental y e incapacidad de trabajar colectivamente es lo que hace en relación a la función de formación de recursos humanos. Plantea convocar para investigar a estudiantes de la Facultad de Humanidades y Artes, pero en realidad nunca lo ha hecho. En todo caso, si lo hizo, fue a costa de beneficiarse de su posición de poder y de temprana producción de los estudiantes que se están formando. La mayoría de las personas que son dirigidos o becarios de Claudia son demasiado "inocentes" para darse cuenta que los está usando para sacar provecho de sus inquietudes(curriculum, publicaciones, renombre).
Además, es una persona que no investiga seriamente. Jmás terminó su tesis doctoral y la mayoría de su producción "académica" es la simple y descarada reproducción de lo que han investigado otros autores (antropológos, historiadores, sociológos) reconocidos en el medio historiográfico, la mayoría de los cuales ha roto relaciones con Gotta y no ha dejado de señalar en varias oportunidades este aspecto irresponsable y oportunista de la licenciada de la UNR. Es más, sus artículos, capítulos y ponencias, no sólo repiten las mismas premisas y aspectos con diferentes títulos (o sea, una verdadera estrategia para acumular puntitos para su curriculum por falta de méritos y buenas disposiciones a la hora esforzarse por producir algo original), sino que además giran en torno a un discurso romátinco reinvindicativo, que no colabora en la reinvindicación de los pueblos originarios y termina mostrando una imagen de dichas comunidades como víctimas impotentes antes que como agentes de la realidad social que luchan cotidianamente.
Por lo tanto, este reportaje dice muy poco (o, en otras palabras, esconde mucho) acerca de lo que Claudia Gotta hace o no por los pueblos indígenas.