
Fotos_Gustavo Abbate
“La salvación está en hacer como hace la ostra, que cuando un grano de arena la incomoda y le causa dolor, lo va envolviendo con su baba hasta transmutarlo en perla”
Dante Taparelli es sin dudas un generador de ideas. Las materializa y las ofrece. Su sitio web nos invita a reflexionar. “Con su obra da testimonio del dolor humano, de la brisa que recorre el paso entre el nacimiento y la muerte. “Un tributo al impulso de vida, a la transmutación que los humanos hacemos para buscar de algún modo la salvación.
Con su trabajo, Dante hace visible, pone de manifiesto, desvela, se rebela y enaltece el instinto de supervivencia frente a la adversidad y la violencia. En el fragmento, en el pulso, en el mientras tanto que hay entre el principio y el fin, el artista va tomando objetos y cosas de este mundo y los pone a hablar y decir cada uno con su lenguaje hasta conjurar sólo una cosa: arte. Arte que hace cultura, cultura como sustento simbólico que nos permite sostenernos, mirarmos y transitar nuestra propia existencia humana desde el horror a la compasión”.
Podría decirse que Taparelli en sí mismo es una obra de arte. Contemplarlo impacta y escucharlo deja atónito, infundiendo sensaciones más allá del testimonio del dolor humano, por la energía que transmite.
Entrevistado por El Vecino, Dante Taparelli nos abrió las puertas de lo que próximamente será su Museo personal, el cual estará ubicado en calle Belgrano 750. La antigua casona conserva la estructura de cuando fue creada, allá por el siglo XIX y ahora, tras haber sido heredada por Dante, quien sostiene que tiene la tarea moral, como hombre sin hijos, de que sus genes intelectuales sigan reproduciéndose, se convertirá en un espacio paraoficial empapado de cultura que sea de todos y para todos.
- ¿Cuál fue el camino recorrido para llegar a la idea y materialización de construir un Mueso propio?
- Yo creo que los actos generosos son resultado de un acto generoso. Nadie puede esperar generosidad si vive en la avaricia. El prójimo es el próximo, entonces cuanto más próximos tenemos más seguros vivimos. A partir de ahí creo que Dios me bendijo con la posibilidad de tener un espacio propio, de poder llegar, no digo trascender porque todos los que militamos en el trabajo trascendemos con nuestro trabajo, en todas mis cosas, mis maneras de hacerlas, esperando le lleguen y sirvan a otros. No solamente leyendo una revista, como en este caso, sino predicando con el ejemplo. Eso de que uno tiene que dar el diezmo no me convence. Prefiero quedarme con el diezmo yo y el resto dárselo a los demás, porque uno florece en el otro. Los pintores, si bien pintan para ellos, esos cuadros los exponen para los demás, para que esa obra siga hablando y trascienda la vida. Yo con este lugar intentaré cubrir una falencia que tiene en este caso el Estado. Cuando yo viajé a Barcelona, paseando, me encontré con un edificio maravilloso y al levantar la vista veo que decía “Escuela de Artes y Oficios”. Por esas cosas de la vida y el otro lado que te habla, ahí tuve una revelación y dije ¿qué pasa con Rosario? Si bien la ciudad tiene un montón de oferta cultural de todo tipo, tiene talleres, tiene ideas, no tiene la idea concreta del Renacimiento, donde los grandes maestros le enseñaban a sus alumnos, pero no a 400, sino a reducidos grupos de alumnos que después se transformaban en su eco. Entonces yo, siendo un tipo solo, que he laburado siempre, que soy respetado en la ciudad no por bueno, sino por consecuente, tengo la tarea moral como hombre sin hijos de que mis genes intelectuales sigan reproduciéndose porque creo que a mí me fue bien. Si bien no he acumulado dinero, sí he acumulado cariño, respeto, lugares donde caerme vivo, porque muerto uno se cae en cualquier lado. Entonces pensé que sin enloquecerme ni tener que abrir y cerrar todos los días, porque no voy a abrir todos los días, sino cuando se me de la gana y cuando la gente venga y golpee porque quiere ver qué hay, tratando de despertar esa curiosidad que alguna vez a mí me cambió la vida y logrando que siga reproduciéndose en forma infinita.
- Y el lugar físico donde se emplaza el Museo también es parte de la historia y de la cultura de Rosario…
- Esta es una casa que corresponde a la segunda mitad del siglo XIX que perteneció a Aarón Castellanos y tiene una distribución de conventillo, esto sería como un convento chico, con habitaciones que dan al patio, con un aljibe y mucho arte, y la mi idea es que la gente pueda venir y visitar, se den cursos de artes y oficios, que se pueda leer un texto o mirar documentos, pero que la gente no lo sienta como ajeno, sino como propio. En el frente voy a poner un cartel que diga “cuídelo, es suyo”. Todavía no estoy demasiado preocupado por la dinámica del lugar, porque en principio lo que voy a hacer es hacer público mi trabajo, que en los últimos 18 años estoy viviendo en un sótano y es un lugar como muy recoleto. Hoy quiero expandirlo hacia la sociedad y brindarle a la ciudad un lugar más que sea paraoficial. Si en algún momento necesito la ayuda oficial, la voy a pedir, pero las decisiones y la gestión del lugar, el abrir, el cerrar y demás quiero que pase por mí, porque quiero seguir expandiendo mis espacios de libertad y enseñarle a la gente que lo más valioso que tenemos es la libertad, pero no hablo de la libertad de no estar presos, sino la libertad de acción y de pensamiento.
- El Museo propio es mucho más que eso… tiene que ver en definitiva con cuestiones personales también…
- Tiene que ver también con darnos cuenta que somos individuos y mundos individuales, con lo cual tenemos infinitas posibilidades de construir y reconstruir y de salvar y de hacer cosas que los demás no tienen la menor idea porque la preparación estética, como dice Vargas Llosa, todos tenemos un mundo público, uno privado y uno secreto. En ese mundo secreto, donde hacemos valer nuestros miedos quiero que les sirva a los demás para darnos cuenta que nunca nada se termina, siempre es un eterno comenzar. Aunque nuestra carne sea lechuga en el futuro, nuestro espíritu sigue. Nada en el universo va para atrás.
- ¿Qué vamos a encontrar en este espacio?
- En realidad yo soy un gran basurero. Si recordamos el inicio del Mercado Retro, que no era lo que es hoy, es una extensión de mi taller. Siempre hice como todos los hijos solteros, que se van quedando con las vajillas de la abuela, con las cartas de los tíos, y todo lo demás. Soy un gran acumulador de objetos, que si bien puede que no tenga un valor material, sí lo tienen en cuanto a lo histórico, emotivo y afectivo. Tengo documentos testigo, tengo cartas de una bisabuela en la que relata momentos de guerras y como esas tengo millones, y considero que con sólo mostrar eso, que es una ventana al pasado, se convierte en una ventana al futuro. Son cosas que se han perdido para las generaciones futuras y además voy a tener la maravillosa tarea que tuvo el Enano Salguero durante muchos años cuando fue director artístico de la tienda La Favorita. Él logró hacer que todos los rosarinos no vean la hora de que llegue la navidad, no para armar el arbolito, sino para ir a ver la vidriera que este gran artista hacía en amor a su ciudad. Yo también tendré una vidriera en la que cambie cuando quiera las cosas y la gente diga “a ver qué hay hoy en este lugar, vamos a tomar un vino a lo de Dante”. Sólo tenés que traer el vino. Quiero la común unión entre todos. La comunión. Hasta donde Dios diga. Mucha gente dice “nos vemos mañana si Dios quiere” y yo digo que Dios siempre quiere. Tenga la cara que tenga. No creo que la mariposa quiera volver a ser gusano.
- Más allá del funcionamiento, del abrir y cerrar, ¿por qué elegiste que sea una iniciativa únicamente privada?
- Porque la iniciativa privada hace que sea libre. Las iniciativas públicas tienen que ver con cuidar y ser prolijos en una serie de intereses, y acá el único interés es el mío. Me interesa poder seguir siendo generoso, porque al final de mi vida no voy a devolver ni el uno por ciento de lo que la ciudad me ha dado y no hablo de dinero, sino de contención, de amor, de poder caminar tranquilo por el barrio Las Flores y que mi conflicto sea de quién voy a tomar un mate o tomar copas de baccarat con gente amiga de otro nivel. Soy un personaje en una ciudad que tenía la “liga de la decencia” y una manera de pensar totalmente pacata, entonces esto quiere decir que he participado de la movida cultural de estos últimos años y no me ha interesado para nada el crecimiento personal, a mí los puestos públicos no me interesan, en mi dirección municipal somos nada más que dos personas y dos personas estamos cambiando la ciudad, colaborando con otros, dándoles protagonismo a quien se lo merece.
- ¿Cuándo será la inauguración del museo de Dante?
- Yo podría abrir en 15 días, lo que pasa es que como estoy solo y no quiero en este momento ni en este lugar la mano del Estado, me demore un poco más. Tal vez en algún momento sí la voy a requerir, pero ahora quiero mantener ese perfil neo-hippie en el que no importa si una pared tiene una mancha de humedad porque la tapo con un cuadro, realmente me importa más el cuadro que está arriba que la humedad que está abajo. Mi idea es hacer unas empanadas con vino y tanguitos viejos el día que inauguremos y si hay alguna puerta rota será porque aún no pude acondicionarla y si querés venir y ayudar, te venís y pintas la puerta. Construyamos todo para todos entre todos.
- ¿Cómo analizás y cómo te encontrás vos hoy respecto a las políticas de gestión cultural municipal?
- En este momento me siento absolutamente honrado con la nueva gestión, porque Fernando Farina (actual Secretario de Cultura) es un crítico de arte, está muy ligado al arte y el arte encierra a la música, el teatro y todo lo demás, es una mirada más profunda y Fernando no tiene intereses personales, su tarea es hacer que todo lo que se hace se haga mejor. Y Flor Balestra (Subsecretaria de Cultura) es una artista, es una Flor, ya lo dice su nombre. Con una flor lo único que podes hacer es disfrutarla, sumarte al lado, por eso digo que me siento honrado con esta nueva gestión que en un momento de crisis está haciendo todo lo posible para rendir con 14, no con 9 o con 10. Incluso tiene otro aire, tiene la prolijidad del museo y los edificios son los que hablan de los momentos históricos de una ciudad, los que marcan una época. En un monumento se representa una sociedad y una época, por eso creo que Rosario tiene que poner todas las pilas a la monumentalidad, y no hablo de los edificios gigantes, sino del arte en la calle. Arte a la Vista es un proyecto que por generosidad de Daniel Canabal se pudo llevar a cabo. Recuerdo que él me dijo: “Dante, esto es muy importante y para que sea como vos lo soñás está registrado a tu nombre”. Fue la primera vez en mi vida que registraba un proyecto a mi nombre, porque nunca me importó si me copiaban, ya que si alguien me copia lo que hace es hacerse eco de lo que yo pienso, así que me encanta que me copien. Pero esto me dio la posibilidad de elegir qué, cómo y cuándo y hasta ahora los resultados son óptimos.
- Respecto a tu enriquecedora labor en la Secretaría de Cultura, podes adelantarnos sobre qué estás trabajando actualmente…
- Ahora está la posibilidad de presentar en el Concejo el proyecto de Pellegrini Museo, es decir, que toda Avenida Pellegrini sea Arte a la Vista, sin correr a las empresas, sino sumándolas, que puedan poner su publicidad como talón de obra, pero priorizando la ciudad. Yo me imagino a una persona sola, porque yo soy solo y creo que si nunca me he suicidado ni pienso hacerlo tampoco, es porque cada vez que miro hacia algún lado, veo un objeto hermoso, abro un libro y me hablan, tengo una comunicación espiritual muy importante con el arte y los objetos, entonces yo me imagino cuanta gente sola a la mañana se asoma al balcón a desayunar con un Berni y su vida cambia. Yo creo que esas son señales de un mundo mejor, y lo vamos a lograr en una ciudad como Rosario que es una ciudad de trabajadores. Esta es una ciudad puerto, que recibió a todos los idiomas, que comenzó a construirse sin entenderse, sólo haciendo lo que cada uno sabía hacer, y este lugar, donde funcionará el museo es paradigmático respecto a eso, porque me contaba mi tía que a principios de siglo paraban los barcos y subían los barriles de cerveza por la barranca, y así un montón de cosas maravillosas que puedo contar con palabras pero yo las veo en imágenes porque ella me lo transmitió y yo voy a responder a su generosidad con la memoria que es lo único que nos puede salvar a las personas solas. Hablo de una memoria reparadora, de hacernos cargo de quienes somos y dar, y lo único que podemos llegar a dar los que estamos ligados a la cultura es cultura, que en definitiva es lo único que queda de las civilizaciones. Mi laburo en el cementerio, “Memorabilia”, es una honra para mí, me da la sensación que estoy sembrando en una tierra fértil, en un lugar dónde todas esas vidas vividas que están ahí somos nosotros, nosotros estamos muertos en potencia. Si vos ponés la muerte como un fin, estás frito, la muerte es un medio, es parte de la vida, ocurre que las religiones han utilizado eso de manera terrible. ¿O acaso no seguimos amando igual que cuando teníamos 14 años cuando tenemos 80? A los 80 años uno no descarta el sexo, el sexo te descarta a vos. Entonces por eso en esos espacios, como los cementerios que son magníficos, donde hay obras maravillosas que fueron realizadas por los vivos para tratar de perdurar o decorar el amor que tuvieron para esas persona, desde monumentos de miles de dólares hasta una parcelita con flores de plástico, todo eso es un tremendo acto de amor de la gente viva, y si estamos en una sociedad que se cae a pedazos por el desamor, cómo no vamos a hacer hincapié en esos faros de amor, corriéndole el sentido del dolor.
1 comentario:
Taparelli me parece un morboso interesado solo en su suerte.
Mientras hay mil problemas, el se ocupa de hacer su museito choto, en su casa-tumba. Ahora se las da de misterioso.
Por suerte te queda poco, vampiro.
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