martes, 2 de febrero de 2010

De lo pretérito a lo generacional (Poética rosarina)

ESPECIAL para el 25 aniversario de El Vecino
Por Fabricio Simeoni

Es como si en las cosas más ocultas, en lo implícito o lo no dicho encontrásemos la forma minuciosa de desconfigurar ciertos modelos a veces impuestos, a veces moldeados en lo que representa una generación. Determinar “qué” y “como” se vislumbra a partir del lenguaje. En estas dimensiones lo comunicacional o la figura que adquiere lo transmisible, puede establecerse en lo expresivo como en lo literario. Escribir, entonces, pertenece a esos signos que como actos existencialistas nos predicen lo más trágico, lo más lúdico, lo más pulcro, lo más real, lo ficticio, lo sanguíneo, lo perdido, lo dogmático, lo animal.
Como un compromiso con nosotros mismos que se constituye a partir de lo que decimos, cómo lo decimos, a quién se lo decimos, por qué lo decimos y para qué. El cuándo y el dónde son entonces un tanto aleatorios desde lo que para lo literario y muchas veces lo cronológico y lo espacial, pueden pasar desapercibidos. No tanto a la hora de establecer un vínculo estricto con lo que habitualmente llamamos generacional.
La entrelínea de lo literario y la entrelínea de lo generacional coinciden en la misma vértebra como sanando las costras de la imaginación que fortalecen el mundo de lo privativo, el mundo de lo causal, el mundo. De alguna manera lo rearman, lo extrapolan, lo revitalizan. La historia puede acomodarse a lo literario y a lo generacional, y ambos pueden ser parte de la historia.
En dicho marco también la historia de la ciudad de Rosario encuentra amenidades de esta índole en su superficie abstracta y empírica. Los últimos 25 años se enriquecen de una prolífica, continuada y valiosa producción poética literaria que dispone de los pasos necesarios y precisos para que la identidad no sea sólo una virtud arraigada a la conciencia, sino también a la resistencia y la belleza.
La huella inundable de los escritos consignadores de nuevos elementos retóricos marcados en la obra de Aldo Oliva, Mario Trejo y Hugo Diz, representan aún la influencia imborrable de quienes entre otros, produjeron un quiebre estético en la manera de conciliar la realidad con su escritura.
En la actualidad puede respirarse la indudable permanencia de estos atributos.El surgimiento de una nueva generación de poetas rosarinos supone conexión con la última década. Mamando no sólo influencias de sus antecesores sino también aconteceres socioculturales y sociopolíticos que en lo contextual abruman y halagan su labor, este grupo transita la frecuencia del valor literario que en tiempo y forma se arma y desarma como el mismo estado de las cosas.
El auge y aporte que el Festival Internacional de Poesía desarrollado año a año en esta ciudad le ha dado a esta manifestación generacional es más significativo si le sumamos los espacios de lectura de poesía y ciclos desplegados en distintos ámbitos.
Cabe destacar las actividades coordinadas en Poetas del Tercer Mundo por Alejandra Méndez, Poesía en los Bares perteneciente a la Secretaría de Cultura de la Municipalidad y Arte por la Paz con una importante trayectoria conducida por Bernardo Conde Narváez de Elias.
Cumpliendo con la premisa óptima de desmitificar un género que en muchas ocasiones se torna elitista, hermético y excluyente, la continuidad de estos espacios nos permiten escuchar nuevas voces y afianzar otras que en los últimos años hemos escuchado, además de intercambiar culturalmente estilos, ideas, modelos y momentos afectivos.
Es tal vez en estos espacios donde el compartir fomenta la esencia de todo grupo, es en los poetas de esta generación donde puede plasmarse la producción.
Más allá de lo individual, el sentido que lo editorial le brinda a toda producción y consistencia colectiva es un aval que le habilita al oficio la posibilidad de trascender determinados límites geográficos además de extender la obra personal. La editorial Los Lanzallamas tuvo incluso como iniciativa en los 90 formar ediciones cooperativas y en la última década Ciudad Gótica supo encontrar y ofrecer una puerta interesante hacia lo que lo poético reclama en términos de publicación.
Al margen de que cada uno de los poetas que integran esta etapa generacional marcada por los últimos 25 años de trayectoria tengan una vasta intervención desde lo individual y a partir de lo que representan sus obras, los encontramos abrazados en la comunión de lo colectivo en una serie de antologías que de 1990 a esta parte marcan cierta distinción en lo que persiste como identidad por encima de la diversidad, la homogeneidad por encima de la heterogeneidad, lo más axial por encima de lo periférico, lo perpetuo por encima de lo perecedero. Bien está mencionar entonces los nombres de cuatro antologías, Los que Siguen, Dodecaedro, Pulpa, y 19 de Fondo. En ellas muchos de los estilos plasmados en el arte poético se condimentan por la esencia reveladora del instinto generacional de una época, algunas razones más que elocuentes para interceptar los enigmas que socialmente nos convierten.
De los siguientes nombres entre otros surge casi una necesidad de poder, querer y tener que explicar el tiempo. María Paula Alzugaray, Mariana Brebbia, Mariana Busso, Miguel Culaciati, Marcelo Cutró, Irina Garbatky, Mercedes Gómez de la Cruz, Lisandro González, Ricardo Guiamet, Fernando Marquinez, Corina Moscovich, Patricio Raffo, Germán Roffler, Alicia Salinas, Pablo Crash Solomonoff, Federico Tinivella, Orlando Valdez, Beatriz Vignoli, Pablo Ascierto, Adriana Borga, Daniel Pérez y Sonia Scarabelli, signan lo mas preciado del modernismo, surrealismo, minimalismo, intimismo, cotidianísimo y demás estilos que irrumpen desde su propia forma como quebrando momentos y avalando desde las diferencias, cierta comunión elaborada desde rasgos estilísticos marcados, como bien menciona Claudia Caisso en el prólogo de Dodecaedro, “son partes de diálogos con otras poéticas, el habla coloquial , algunas letras de las canciones de rock, las zozobras personales, el silencio férreo que apenas puede nombrarse, y los pensamientos más íntimos”.
Escribiendo se reinventan la cosas, aunque inversamente el proceso de invención ya lleva escritas las cosas.El poeta transforma, revela, percibe y hace percibir, duda y hace dudar, verifica y coacciona.
En dicha secuencia generacional encontramos hombres y mujeres de entre treinta y cuarenta y cinco años que determinan en la historia el florecimiento transformador del nuevo orden poético, generador y regenerador de actos visiblemente fortalecedores y creativos.
En la condición humana y su gesto más cordial, está la impronta que desestructura cada estereotipo, desde allí dilucidamos el origen y la permanencia. El acto poético nos emerge hacia la protuberante ola que tapa y destapa la esencia escondida de la tradición y sus preámbulos.

SOBRE FABRICIO SIMEONI
Nació el 3 de marzo de 1974 en Rosario, donde actualmente reside. Es poeta y periodista.Desde el 2006 se encarga de la prensa y difusión de las actividades culturales de la Plaza Cívica.Fue codirector de "Los Lanzallamas", revista de arte y literatura.Actualmente coordina el taller literario de la biblioteca Gastón Gori en Fisherton. Colabora con distintos medios radiales y gráficos, entre los que se destacan Revista Fanzin de Editorial Ciudad Gótica, Revista Boga de la Casa de la Poesía de la Municipalidad de Rosario y el micro de filosofía en Radio Dos, durante el programa 10 Puntos, conducido por Luis Novaresio. Además, participa en los ciclos de lecturas de poesía de la ciudad.
Cabe destacar que en mayo de 2005 fue declarado Artista Distinguido de la ciudad de Rosario por su trayectoria poética, literaria y periodística. Dicho reconocimiento fue entregado por el Honorable Concejo Municipal. Asimismo, en diciembre de 2006 fue reconocido Artista de la provincia de Santa Fe, título otorgado por la Cámara de Diputados en homenaje a su trayectoria literaria y periodística. Obtuvo el primer premio en el concurso de poesía Felipe Aldana de la Editorial Municipal 2007, por su obra Cavidades del recreo, escrita en forma conjunta con Fernando Marquinez.
Hasta el momento lleva publicado: "Cronos" (notas periodísticas, Ed. Los lanzallamas, 2000, declarado de interés municipal); "Rey Piojo" (poesía, Los lanzallamas, 2001); "Calambre de los descensos" (poesía, Los lanzallamas, 2003);
"Agua Virgen" (poesía, con fotografía de Federico Tinivella, Ed. Menta producciones, 2004); "Jardines Flotantes" (opúsculo de poesía, Ed. Junco y Capuli, 2005); "Sub" (poesía, Ed. Ciudad Gótica, 2005); "Otro Pasto" (poesía, con Federico Tinivella, Orlando Valdez, Miguel Culaciati, Patricio Raffo, Ed. Ross, 2007); "Cavidades del recreo" (poesía, en colaboración con Fernando Marquinez, Editorial municipalidad de Rosario, 2007); "La mujer de las cortadas" (relatos breves, Ed. Fundación Ross 2008); "Episodios del fuego" (poesía, con fotografía de Federico Tinivella y Ariel Subirá, Ed. Menta producciones, 2009). Además, ha editado el disco “Alquimica” con música de Fabián Gallardo y las voces de Darío Grandinetti, Roberto Fontanarrosa, Gustavo Cordera, Silvina Garre, Quique Pesoa, Mónica Alfonso, Carlos Resta y Daniel Querol (www.alquimica.com.ar).
Por otra parte, integra las antologías "Los que siguen" (Ed. Los lanzallamas - 2002); "Dodecaedro de poetas" (Edición del Concejo Deliberante de Rosario - 2004); "Pulpa" (Ed. Gato grille - 2006); "19 al fondo" (E. Gato grille - 2008) y "Poetas del tercer mundo" (Ed. Ciudad Gótica - 2008).
Cabe señalar que el pasado viernes 18 de diciembre, se realizó la presentación de su próximo libro titulado “El prontuario de la luciérnaga” (Ed. Papeles del Boulevard). La misma se celebró en el Museo de la Ciudad, donde además se realizaron proyecciones audiovisuales y estuvieron presentes músicos invitados, acompañando la lectura de poemas.

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