viernes, 6 de noviembre de 2009

EDITORIAL | EL FESTEJO

Por Carlos Galli

En primer lugar, nuestro más sincero agradecimiento a todos quienes con motivo de haber cumplido nuestra querida publicación sus 25 años, nos hacen llegar sus testimonios de afecto y reconocimiento por esta tarea que abrazamos con pasión y persistencia. Obstinadamente. Pero, la satisfacción mayor radica en su valorización. La certeza de que el material que brindamos mes a mes es útil, un aporte al conocimiento, al debate, a la información, al descubrimiento es el regalo que nos hacen llegar nuestros lectores.
Una mirada -la nuestra- de ojos diversos, ideas con la que se puede concordar o no, pero su puesta en escena se con honestidad intelectual y dignidad, tanto por el vasto plantel que ha desfilado por la redacción como los que por hoy componen un equipo de trabajo siempre empeñado en crecer , aprendiendo día a día, para generar una mejor publicación. Además, siempre dispuestos a sumar nuevas miradas acerca de una realidad que necesita del aporte de todos aquellos que se empeñan en modificarla en procura de una sociedad más justa. Asimismo, vamos logrando otro objetivo, que los escritos provengan de diferentes generaciones, porque supone cosmovisiones distintas.
El objetivo sigue siendo el mismo que nos animó desde que asomó “El Vecino”: un contenido que roce la homogeneidad, expresado por puños y voces múltiples de acuerdo a la visión de cada uno, respetando su subjetividad y su representación de los micromundos que nos habitan.
Es ésta la dirección que escogimos, siempre sujeta a cambios enriquecedores que se cuelan desde el aporte de opiniones críticas y consideraciones valiosas que nos llegan desde la comunidad a la que pertenecemos.
Somos humildes, no descorchamos champaña. El festejo es la huella.
La ocasión amerita promover nuevos debates sobre temas irresueltos de vieja data.
Y como anunciamos en el número anterior, estamos conformando una agenda de temas -en consulta permanente con las distintas áreas involucradas- para que cada cual pueda expresar libremente su punto de vista en estas páginas.
Una invitación a recorrer el tramo de la historia que sea necesario para entender este presente, y las posibilidades futuras de modificarlo, en pos de un país inclusivo para todos. Es la pretensión mínima a la que aspiramos desde esta profesión-hoy devaluada por intereses sectoriales- y como la de tantos otros paisanos, desde su sitio de lucha, la mayoría desde el anonimato, los que cotidianamente ofrecen su corazón para pergeñar otra calidad de especie.
El temario es amplio. Los temas sabidos , pero soslayados a la hora de tomar las grandes decisiones políticas para abordarlos con seriedad. Sin gritos histéricos y agravios de baja estofa.
El de mayor relevancia, eje de la solución de tantos otros, es cómo se reparte la riqueza en la Argentina, que va ligado al de la pobreza estructural . Por aquí pensamos incursionar. El rol y la crisis de representatividad de los partidos políticos. La aparición desde los ’80 de numerosos movimientos sociales que se gestaron para suplir la falta de respuesta de los gobiernos.
La situación de la comunidad educativa y sus perspectivas futuras: alumnos, docentes, investigadores, etc. ¿una educación en función de qué proyecto de país?, sería el interrogante, que obvio se puede extender a cualquier área.
La realidad del sindicalismo y sus gremios . Su realidad. La discusión de un nueva ley de entidades financieras, que oriente el dinero en función de las necesidades colectivas.
Satisfechos con la sanción de la nueva ley de Medios, ir viendo como se cumple, si será posible ampliar el espectro de voces , opiniones y emisores de información sin que esto signifique la desocupación de nadie y no se convierta en letra muerta, para que los vivos sigan haciendo negocios.
Sumar opiniones que ayuden a comprender el conflicto del campo, cómo es nuestro régimen de tenencia de la tierra, en cuántas manos se concentran las grandes extensiones, qué lugar ocupan los pequeños agricultores y si están representados en la organizaciones por todos conocidas. ¿Qué porcentajes de nuestras tierras están extranjerizadas? Tala de bosques. Desertificación. Monocultivo. Minería. Energía. ¿Habrá una dirigencia que piense y planifique la administración de estos recursos?
Los derechos humanos. Hoy, después del horror. Su presente.
Producción, empleo, salud, vivienda, cultura, violencia, seguridad, minoridad, tránsito, y otras cuestiones que parecen menores pero luego devienen en males endémicos.
Nos detenemos. La realidad indica que 25 años después en la mayoría de estas problemáticas, son más los interrogantes que las respuestas. Respuestas que no tenemos , pero sí amigos lectores- la intencionalidad de acercarles a ustedes toda la información que nuestra estructura nos permite reunir, para que juntos pensemos y recreemos la utopía de comprometernos a forjar un país en serio. Este es el festejo. Están invitados.

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