lunes, 19 de enero de 2009

Clubhouse para pacientes psiquiátricos

Por Silvana Depetris
Desde 2007 un grupo de profesionales trabajó para lograr instalar en Rosario el primer Clubhouse de América Latina para paciente psiquiátricos. Actualmente ya está en funcionamiento este programa que sin profesionales de la salud de por medio promueve la recuperación de los “socios” tomando como punto de partida el lado “sano” de las personas.
Antes que nada, diremos que un Clubhouse es un programa, altamente organizado para la comunidad que ofrece una alternativa diferente para aquellos sujetos que sufren de padecimientos psicológicos crónicos. El objetivo es la participación, proporcionando a la gente la oportunidad de conectar con amistades, familia, trabajo útil y empleo transitorio, además educación personalizada o formal.
En Rosario, con el impulso de la psicóloga Marta Pilnick (Mat. Nº 0135) y un equipo de personas de distintas disciplinas, con el ánimo de crear el primer Clubhouse de Latinoamérica destinado a personas en recuperación con padecimientos psicológicos crónicos, se creó la Casa del Paraná.
En los albores de puesta en marcha de este novedoso emprendimiento tanto para la ciudad como para todo América Latina, la especialista explicó: “Se trata de un modelo alternativo, es decir, todas las personas tiene un dedo sano, busquemos la parte sana de la persona y colaboremos para que se instalen en la vida, ahí veremos cómo se adaptan muchos más”.
Bajo el nombre de “La Casa del Paraná”, este espacio tiene como objetivo generar oportunidades de trabajo y aprendizaje, apelando a los recursos y capacidades de sus miembros en una comunidad de apoyo mutuo. El fin es mejorar su calidad de vida y ofrecerles la posibilidad de reinsertarse en el ámbito laboral, estudiantil, o simplemente interactuar con otros miembros. Por otro lado, La Casa del Paraná se presenta como una entidad sin fines de lucro basada en el modelo Clubhouse de Estados Unidos, con 50 años de trayectoria y más de 400 centros en todo el mundo, 200 en EEUU y la metodología que utiliza respalda una vez más los cientos de estudios de investigación y publicaciones de artículos documentales sobre la eficacia del modelo Clubhouse.

¿Cómo nace este proyecto en nuestra ciudad?
Yo estaba buscando una salida para la atención de pacientes más difíciles en psicología y psiquiatría. De visita en Estados Unidos, obtengo la referencia de un ClubHouse, el Chelton Loft, al que visité. Después de dos años, participé de un entrenamiento en el Fountain House que es el Club House modelo y donde se recibe aprendizaje y transmisión del programa. Participé en diciembre del 2006, quedé muy sorprendida, se plasmó en mí aquello que yo estaba buscando: no discriminación, inserción en el contexto general, trabajo y sobre todo reconocimiento social, afecto y calidad de vida. Cada uno de los sujetos son tenidos en cuenta en su capacidad y reconocidos en sus deseos de inserción.

¿Cuáles son los ejes conceptuales de un clubhouse?
En primer lugar, es un club con un programa determinado, de inserción de la gente en el medio social. Se fomenta los vínculos en la casa en donde la gente se relaciona pero a la vez trabaja. Hay unidades de trabajo dentro de la casa, y también se logra la inserción en trabajos transitorios en la empresa. La gente, desde allí, se siente necesitada y por lo tanto, confirmada como persona. Sin trabajo, sin familia muchas veces, sin relaciones, no tiene lugar en el mundo, y a un porcentaje muy importante de la población le ocurre esto.

¿Integrantes del Clubhouse de Estados Unidos están involucrados en éste proyecto?
Ellos apoyan nuestro proyecto, al igual que otros clubhouse como el de Italia. Ya hace unos meses recibimos la visita de Alan Doyle, María Bronkema (EEUU). Beatricce Bergamasco (Milán), quienes expusieron su modelo en la UNR. y en una disertación en el Banco Municipal, donde participó gran parte de nuestra comunidad, además de los invitados como directores de la Colonia de Oliveros, del Agudo Avila y otros representantes importantes del mundo de la psiquiatría.

¿El funcionamiento prevé interrelaciones con otras instituciones?
En El Fountain House (EE.UU), se organizaron las unidades de trabajo: Comedor, snack bar, research (investigación), educación, horticultura. Las unidades son elegidas por los miembros, cada una de ellas puede tener contacto con las instituciones correspondientes, ya sea de trabajo, estudio, etc. El comienzo del día es una grilla con tareas y horarios para cumplir, entonces la gente se ubica en una tarea y se produce lo que verifiqué, que las personas se reestructuran trabajando.

¿De qué manera está previsto que la gente se reintegre al mundo laboral?
Hay una legislación que hace referencia que en las empresas debería haber trabajando un 3 por ciento en discapacidad y acá estamos hablando de discapacidad psicológica. En esto tenemos que trabajar, pero estamos seguros de que se va a dar porque tenemos un país solidario, justamente por las vicisitudes económicas, y nosotros estamos en permanente contacto con las empresas.

¿Dentro de la casa se realizará acompañamiento terapéutico?
No, directamente nos conectaremos con el equipo clínico de la persona, si lo hay; y en caso que no lo tenga se la derivará a uno correspondiente, pero sólo se trata de que se tenga un enfoque para ver como esta la persona y no que vaya ahí a tener una atención sino a integrarse, por eso es un club. La gente que llegue será miembro, no paciente. Este es un lugar, en principio, de no discriminación, donde son tratados por igual, los sanos y los supuestos enfermos. Pensemos en por qué no son recluidas las personas que tienen un infarto o una úlcera, los cuales son internados y luego cuando tienen el alta esta todo bien; en cambio si alguien tiene un brote psicótico o una esquizofrenia no, directamente se da por sentado que está loco y se lo tira a la basura, y esto viene desde la Edad Media.

¿Cómo definirías La Casa del Paraná?
Esto no es un centro clínico, esto es un lugar de inserción, un club donde se trabaja. El criterio, entre paréntesis, por el cual la gente se cura sería por la no discriminación, por la posibilidad de trabajar y por la reinserción en el medio social. Nosotros venimos a ser el puente para que muchas personas puedan volver a insertarse en la vida. Hay un compromiso social, y en mí un compromiso personal, porque la gente está muy expectante ante nuestro proyecto, la gente está esperando un espacio así.

Contacto
www.casadelparana.org.ar

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