
Lucas Torresetti, de Torresetti, construcciones metalúrgicas y montajes industriales, está al frente del departamento técnico, pero también es quien se ocupa de lo referente al marketing y a promover el comercio exterior de la empresa familiar, que lleva más de 100 años de historia.
Recientemente formaron parte de conjunto de empresas locales que emprendieron una misión comercial en Brasil, siendo pioneros en el desarrollo del proyecto. La iniciativa de la plataforma comercial en el exterior fue el resultado de un convenio firmado entre la Municipalidad de Rosario (a través del Programa de Fortalecimiento Institucional para la Producción de la Región Rosario), el Ministerio de la Producción del Gobierno de Santa Fe y Jadon Export Com, empresa brasilera que provee su estructura comercial para la importación directa de productos locales. La plataforma permite el ingreso de producción regional al Estado de Paraná y al resto de Brasil a partir de la instalación de una oficina, un depósito y un showroom para la exposición permanente de empresas y emprendimientos, convirtiéndose el proyecto en un fuerte impulso para el crecimiento económico de la región y la consolidación del Mercosur. Sin embargo, la génesis de esta realidad estuvo en diferentes actores de las industrias locales quienes comenzaron a trabajar para poder delinear lo que hoy se conoce como “la vidriera comercial de Rosario en Brasil”.
Lucas Torresetti es uno de los más involucrados y en diálogo con El Vecino brindó detalles de la gestación y las repercusiones de la misión comercial, además de hacer un análisis sobre las políticas de mercado exterior y las industrias locales.
- ¿Cómo se fue forjando este proyecto que devino en una misión comercial a Brasil?
En principio todo surgió como un proyecto personal, porque ya hace seis años que trabajo para el mercado brasilero en la parte de industrias, y a raíz de todo el esfuerzo que hicieron Ricardo Diab, junto con el apoyo de la Provincia y la Municipalidad, logramos unirnos a este proyecto, teniendo en cuenta el modo de producción que tenemos. El hecho de que haya una especie de vidriera comercial en Brasil es importante y es destacable que haya surgido del sector privado, porque en realidad estas vidrieras tendrían que ser lo que son las Embajadas, los Consulados, que deberían promocionar tanto los productos como los servicios que existen en Argentina porque de alguna manera eso genera divisas. Así fue como Torresetti le encontró la vuelta para hacer una presentación dentro de lo que era el showroom y que fuese realmente redituable, tanto para nuestra empresa como para el proyecto en sí.
- ¿Concretamente qué productos ofrece Torressetti?
Nuestra industria es particular. Nuestros productos están abocados a todo lo que es maquinarias y partes de maquinarias muy importantes de la industria del papel. En Argentina somos los únicos fabricantes y ya hace años que venimos compitiendo contra empresas brasileras, posicionándonos mejor y por cantidades, teniendo en cuenta lo que es el mercado argentino y por precio también. Lógicamente, las capacidades productivas de las empresas que fabrican estos equipos en Brasil son mucho más elevadas e incluso también muchas veces tienen alianzas comerciales con grandes grupos internacionales, lo que les permite algo mucho más fuerte.
- ¿Por qué es una empresa particular?
La empresa es muy particular porque es un taller modelo metalúrgico. Cuenta con 12 empleados, maquinarias muy singulares, con rangos de mecanizado que no son fáciles de encontrar. Tenemos tornos muy grandes y pesados, trabajamos con sistemas paralelos y además el tipo de ingeniería al que tenemos aplicadas 12 personas, nos convierten en un taller modelo con la capacidad de fabricar piezas de 10, 12 y hasta 15 toneladas, muy especiales en cuanto al diseño y ajustadas a las normas.
- ¿De qué modo lograron mostrar esta empresa en la vidriera en Brasil?
En sí, nosotros lógicamente no podemos ni fabricar una pieza para llevarla y exhibirla, porque no sabemos cuál es la necesidad del cliente ni cuál es la medida de la máquina en cuestión, ya que estas piezas se fabrican contra pedido, así que lo que armamos fue un material para poder demostrar cuál era nuestro alcance productivo y ofrecerlo como servicio metalúrgico. Tenemos folletería en 3 idiomas, ingles, portugués y español, que parece una pavada, pero es muy importante, también los folletos tienen todos los vocabularios de jerga, con muchas imágenes, porque por más que expliques, a veces no se llega a comprender, entonces decidimos focalizar en la imagen la capacidad productiva, y todo esto lo logramos porque ya tenemos la experiencia de formar parte de un Consorcio de Exportación desde hace 5 años, del cual Torresetti fue fundador. Esto nos da un poco los lineamientos a seguir en este tipo de misiones en el exterior. Por otro lado, como todo el mundo llevaba sus productos, nosotros al no estar posibilitados, realizamos una gigantografía con imágenes de muchos productos ya terminados, pusimos los datos nuestros y lo estamos exhibiendo allí.
- ¿Cómo se sigue trabajando después de la presentación en Brasil?
Una vez acá me dediqué a realizar un trabajo, que es el de hacer una “pesquisa”, una búsqueda de empresas que hubiesen importado productos bajo la misma posición arancelaria con la que yo fabrico aquí en Argentina. De alguna manera, todas estas empresas son potenciales clientes o consumidores de las capacidades productivas nuestras. Este trabajo lo realicé en conjunto con gente de la Secretaría de Producción del gobierno de Santa Fe. Por otro lado, estamos muy a la expectativa de los retornos de la misión y cabe destacar que muchas veces un simple pedido de cotización para Torresetti tiene mucha más potencialidad de convertirse en una orden de trabajo que en una actividad industrial diferente.
- ¿Ya surgieron repercusiones de la plataforma comercial instalada en Brasil?
Yo siempre digo que hay dos negocios cuando uno hace este tipo de misiones en el mercado externo, el que tiene como objeto principal la misión, que es tratar de hacer clientes en el país vecino y otro paralelo, que está entre las mismas empresas compatriotas que van para generar mayor producción, y esas son empresas pujantes, emprendedoras. Una de las primeras repercusiones que tuve fue un diálogo con la gente de La Montevideana que estaban allá tratando de ganar mercado en Brasil igual que nosotros. Ellos nos llamaron para que vayamos a ver en qué servicios los podíamos atender, como por ejemplo reparación de maquinarias, que en general son importadas y para nosotros la nacionalización de esas piezas es muy importante. Esto me parece que también hay que ponerlo en la balanza porque suma y a uno le da un cierto respaldo financiero para poder afrontar el mercado externo que no siempre tiene una tasa de retorno inmediata.
- ¿Cómo se presenta concretamente el mercado exterior con estas realidades que nos tocan vivir y cuál es la proyección internacional que puede hacer la empresa dentro de este contexto?
Las proyecciones internacionales son necesarias para la empresa porque de alguna manera casi todas las producciones de manufactura de todos los rubros se están viendo deterioradas por este conflicto que nos atraviesa actualmente. Lo que espero a futuro, porque eso no lo puedo determinar, es que tengamos las garantías de producción en caso de poder asumir un contrato de exportación. Cuando hablo de garantías de exportación estoy hablando de la provisión de materia prima que muchas veces escasea, como así también las garantías de tránsito y suministro. Me parece que exportar es bueno para cualquier empresa del mundo, no sólo para el privado sino también para el país porque genera divisas, entonces me parece impensable que una empresa sea trabada e imposibilitada de generar un mercado. Sin embargo, aquí ocurre y hasta se frenan las exportaciones. En ese contexto se hace muy difícil proyectar algo a mediano o largo plazo, sino que hay que trabajar día a día. Creo que las empresas no pueden estar atadas al gobierno ni a las decisiones de un país que evidentemente no tiene claro los conceptos de crecimiento. Nosotros pudimos mantener 100 años una empresa porque siempre tuvimos bien en claro esos conceptos, entonces llegado el caso o la necesidad, trataremos de sostener la empresa del modo que sea, y si eso implica radicarse en otro país, como por ejemplo en Brasil, de donde hemos tenido ofrecimientos, lo haremos. Es así, con todo el dolor del mundo.
- Respecto a estas garantías, ¿cómo se posiciona el gobierno tanto local como provincial para atender las demandas de industrias como Torresetti?
Es un análisis muy simple. Yo comencé con esta gestión de comercio exterior de la mano del gobierno. Desde la Subsecretaría de Comercio Exterior de la provincia me posibilitaron poder proyectarme y respaldar un grupo exportador que habíamos conformado con la iniciativa privada, con proyecto propio y una visión de empresa a futuro que quería crecer. Desde la Provincia me ofrecieron muchas cosas y a partir de allí comenzamos a trabajar en Brasil, Uruguay, Paraguay, y así empezaron a acoplarse otras entidades, así que me parece muy bien la política de comercio exterior provincial, sosteniendo un objetivo claro, manteniendo algunas líneas positivas del gobierno anterior. De hecho, esto comenzó con el gobierno saliente y se culmina con este nuevo gobierno. Por parte, de la Municipalidad veo una sinergia, que me parece fantástico, y puedo asegurar que allá en Brasil, al menos en la región de San Paulo, Rio Grande Do Sul y Paraná, tienen bien en claro que a las industrias de la provincia de Santa Fe las ayuda el gobierno. Lo han visto, se lo hemos hecho saber y gente que está relacionada, como Jadon, lo va transmitiendo. Toda esta vinculación público-privada me parece que es una herramienta que mejora la competitividad y que es la que aplican los países que más crecen en el mundo.
Más de cien años de historia…
En 1904 Torresetti nace como taller mecánico, y por entonces realiza reparaciones y construcción de motores a vapor, de maquinaria agrícola y reparación de calderas. En 1926 su actividad es reconocida con diploma y medalla de oro en la Exposición Internacional organizada por la Sociedad Rural de Rosario. Por ese entonces, la empresa realizaba reparación de embarcaciones de ultramar y sistemas de rieles para la empresa Puerto de Rosario. Además en su planta industrial se construían generadores de vapor para motores carga CASE, PORTHURONT, GARRET Y RANSOMES. En 1935 comienza a construir equipos de riego para municipalidades y comunas, y en la misma época se convierten en pioneros en la construcción de equipos para transporte de combustible a granel, con capacidad desde 3.000 a 5.000 litros. En 1948 se construye en la empresa el primer semirremolque a "Boggie Basculante", de 30.000 litros de capacidad, utilizado en el trayecto Buenos Aires - Tucumán, mediante un sistema patentado en exclusividad en el país que constituyó una verdadera novedad para la época. Ya en 1951 se construyen calderas para el ferrocarril Gral. San Martín, bajo licitación pública. El peso de estos elementos alcanzaba las 17 toneladas y su presión de trabajo 180 libras. Con el comienzo de la industria del papel en nuestro país, Torresetti se convierte en el principal proveedor, tras haber desarrollado con tecnología propia una verdadera especialización altamente considerada. Es así como desde entonces provee cilindros monolúcidos, secadores, prensas, enrrolladoras y demás elementos específicos de esta actividad. Actualmente su producción comprende calderería pesada y liviana, recipientes de presión, cilindrado de chapas de 3 mm. a 100 mm. de espesor, construcción de casquetes bombé simple de hasta 4.000 mm de diámetro, montajes industriales, tornería liviana y pesada, tanques de todo tipo, soldadura bajo normas especiales, etc.
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