viernes, 9 de mayo de 2008

Un abordaje al ambiguo límite entre la cordura y la locura

Por_Silvana Depetris
A fines de marzo comenzó a rodarse el documental “De cerca nadie es normal”, opera prima de la joven directora Malena Villarino. El mismo se está llevando a cabo en las locaciones de la Colonia de Oliveros y en Rosario, y es por ello que el estreno está previsto para septiembre de este año en nuestra ciudad. El film aborda un tema tan controvertido como necesario, como lo es la locura y sus métodos terapéuticos. Centrado en el concepto de "desmanicomialización" y la experiencia de la Colonia Oliveros, “De cerca nadie es normal” busca trascender el “ensayo científico”, para abordar al hombre y sus problemáticas, buscando ofrecer un nuevo punto de vista sobre nuestra sociedad actual.
A modo de síntesis, el documental promete invitarnos a reflexionar sobre la locura del mundo en que vivimos, al posar su mirada sobre un particular micromundo: la Colonia psiquiátrica Oliveros, en Santa Fe, Argentina. De este modo, la obra dará cuenta de un manicomio que reflexiona sobre el “Gran Manicomio”, que es nuestra sociedad y se cuestiona: ¿Quién es normal?, ¿Cuál es la norma?, ¿Quién lo decide? La Salud, la felicidad, son hoy bienes accesibles para pocos; los “elegidos”, los “sanos”, los “lindos”, o aquellos que las pueden comprar.

En Oliveros muchos viejos paradigmas buscan ser transformados, y encontramos, por ejemplo, a los “locos” participando de las decisiones comunitarias junto a sus médicos y directivos. Por ello, “De cerca nadie es normal”, tal como sugiere su título, habla del difuso y ambiguo límite entre cordura y locura, de la importancia de acercarnos al “Otro” abandonando en el trayecto nuestros prejuicios, animándonos a aceptar las diferencias, y asumiendo nuestros propios defectos y contradicciones.

En diálogo con Malena Villarino, directora del documental, comentó “es nuestro propósito reflejar este micromundo de puertas abiertas, en fluido contacto con el resto de la sociedad, dar voz a los “pacientes” -razón de la existencia de la Colonia- y a sus trabajadores. Recorreremos desde su historia antigua, en la cual abundan prácticas para la sumisión del individuo y flagrantes violaciones a los derechos humanos, hasta la actualidad, donde se desarrolla un singular emprendimiento humano”, y añadió: “Profundamente, deseo hablar del ser humano, de mi sociedad, de mis contemporáneos, y espero que esta mirada pueda ayudar a conocernos un poco más”.

- ¿Por qué te interesaste en la temática de la 'locura' para realizar tu primer film?
Me interesa el tema de la locura, porque considero que vivimos en una sociedad muy enferma, muy loca, con muchas reglas e imposiciones y a su vez súper contradictoria. Me parece que la locura social esta naturalizada y eso me da mucha tristeza porque genera mucho sufrimiento, sólo que en algunos repercute de una manera y en otros, de otra. Los que tienen brotes psicóticos y no tienen a donde ir, terminan confinados en un manicomio, nosotros 'los libres', 'los sanos', para mi también estamos encerrados en círculos viciosos de rutinas, de consumo. La TV, la escuela, la tensión laboral con la que se vive, los vínculos resquebrajados entre los seres humanos, las imposiciones estereotipadas de éxito son también una maquina generadora de locura, sólo que más invisible, más sutil. Los que no soportan la presión terminan ahí, en el loquero; los que la tapamos, con cigarrillos, fútbol, o lo que se te ocurra, estamos afuera. Eso es lo que me interesa, esa línea delgada entre la cordura y la locura, esa necesidad humana de catalogar y segregar a lo distinto, pero también me interesan las alternativas de construcción de salud, de formas distintas de relacionarse con la 'locura', por eso elegí rodar en La Colonia Oliveros.

- ¿Cuál es el concepto clave que atraviesa todo el trabajo?
El concepto clave del Documental creo que está descripto en el titulo, 'De Cerca Nadie es Normal'. Es una frase de Caetano Veloso que fue elegida por un grupo de pacientes que llevan adelante una cooperativa de producción de objetos artísticos y a mí me pareció muy sintética y acertada, porque tiene que ver con lo que pienso con respecto al estado en el que se encuentra nuestra sociedad capitalista y occidental actual. Creo que la película tiene varios pilares, que sostienen este eje, uno de ellos es que históricamente en la mayoría de los casos lo que se hace con la gente que tiene padecimientos psíquicos importantes es levantar muros y encerrarlos, y es algo en definitiva, que nos compete a todos como sociedad, encontrar respuestas colectivas a esto. Otro pilar es que la locura produce sufrimiento, y que el cambio en la forma de relacionarnos con este concepto es posible siempre y cuando exista voluntad y organización, con esto me refiero al movimiento desmanicomializador que generó opciones alternativas al manicomio como única respuesta. Por ultimo, poner de manifiesto la fragilidad del espíritu humano, la necesidad que tenemos todos en definitiva de amar y sentirnos amados, sólo que no siempre se dan esas condiciones y es ese desamor lo que conduce al sufrimiento, a la 'locura'. Por ejemplo, si una persona fue fajada por su familia desde que nació, posiblemente sufra grandes trastornos mentales a causa de este desamor familiar, así como una que trabajó 25 años en un ferrocarril y de un día para otro cierra por culpa de la corrupción del Estado, y si esa persona se deprime es a causa de ese gran desamor estatal hacia el pueblo. La Locura tiene infinitas formas de manifestarse. En definitiva, todos tenemos padecimientos psíquicos aunque sea en mayor o menor medida, el tema es construir alternativas sociales que generen una sociedad más sana para todos.

- Para realizar ese abordaje, ¿el documental se centra sólo en la Colonia de Oliveros?
No, el documental también utilizará la ciudad de Rosario como locación, ya que para entender por qué hay gente encerrada hay que mostrar y entender cómo funciona la sociedad en general.

- Cuando le planteaste a las autoridades de la clínica tu proyecto, ¿cuál fue su respuesta o predisposición?
La predisposición siempre fue inmensa, ya que el proyecto prácticamente nació de forma conjunta. Ellos querían realizar un documental sobre la historia de la colonia y yo quería realizar un documental sobre ese psiquiátrico en particular, porque a pesar de ser aún un manicomio, poseen varios dispositivos alternativos que actúan de forma desmanicomializadora, por ejemplo la cantidad de cooperativas coordinadas por pacientes conjuntamente con los profesionales, el alto grado de externación, entre otros. Me pareció un lugar apropiado para demostrar a otros manicomios que se pueden cambiar viejas políticas momificadas que hay con respecto a la salud mental y funciona.

- ¿Cuándo está planificado el estreno y dónde?
El estreno está planificado para septiembre y será aquí en la ciudad de Rosario y luego en Buenos Aires, obviamente lo pasaremos en la Colonia, y la idea es que circule por Hospitales psiquiátricos, cines y facultades de todo el país. Que el cine vuelva a generar debate, que acceda a lugares donde parece que esta vedada su presencia, pueblos alejados, loqueros, escuelas con bajos recursos.

El proyecto
La idea de realizar este trabajo surgió a partir del III Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos realizado en Noviembre del 2004, en la Ciudad de Buenos Aires, organizado por la Universidad Madres de Plaza de Mayo. Allí, egresados de la Carrera de Cine Documental que cubrieron el evento, conocieron la experiencia de la lucha antimanicomial en Latinoamérica y la sustitución de las prácticas manicomiales.

En este sentido, tomaron contacto con la original experiencia que desde hace más de diez años se lleva adelante en la Colonia Oliveros, renovando las prácticas que comenzaron en Argentina a fines de los ‘60 y que fueran abortadas por la última dictadura militar. La Colonia Oliveros cristaliza esta lucha a través de la sustitución de sus propias lógicas, del permanente replanteo y resignificación de su organización como institución, del camino de transformación del manicomio hacia el hospital interdisciplinario de salud mental.

Fue el 23 de Mayo de 1996, a partir de una propuesta consensuada, cuando la institución comenzó a ser dirigida por sus trabajadores. Esta contundente transformación, el conocimiento de este cambio de paradigma, sumó entusiasmo al equipo de cineastas en su propósito de documentar este camino de construcción colectiva.

La investigación, entonces, comenzó a desarrollarse “in situ”, registrando las múltiples voces de sus habitantes: pacientes, enfermeros, médicos, psicólogos, quienes profundizaron el conocimiento sobre esta experiencia.

En la mayoría de los pacientes internados la locura es una consecuencia de la soledad, de la marginalidad, de la lucha que debe librar por su supervivencia el frágil espíritu humano, frente a las reglas impuestas por una sociedad injusta y plagada de contradicciones.
“De cerca nadie es normal” buscará entonces trascender el “ensayo científico”, para abordar al Hombre y sus problemáticas. Al hablar del particular micromundo de la Colonia Oliveros, el documental hablará también de nuestro mundo, de su locura y su cordura, buscando ofrecer un nuevo punto de vista sobre nuestra sociedad actual.
Datos de la producción
Pablo Nisenson, director de producción, es director y productor de cine y televisión con una vasta y reconocida experiencia en el medio. Su productora cinematográfica, “Audiovisuales del Sur”, tiene importantes antecedentes en la producción de obras audiovisuales de aliento social. Sus trabajos precedentes han obtenido numerosos premios y reconocimiento tanto en el país como en el extranjero.

“De cerca nadie es normal” implica la continuidad de un camino iniciado en 2001 con la producción del film documental “El Grito Sagrado”, el primer largo documental rodado en cárceles bonaerenses. En ámbitos ligados a la problemática y circuitos alternativos esta película ha sido vista por más de 10.000 espectadores. “Lo que hay que decir” (Arg. 2006), ha sido estrenada en salas de cine de Buenos Aires y de Bariloche. La película sigue la cotidianeidad de un grupo de jóvenes residentes en una comunidad terapéutica del sur del país.

La productora, además, se encuentra desarrollando TVgrafías, sitio multimedia de Internet sobre derechos humanos y sociales.

Acerca de la directora
Malena Villarino es una joven cineasta de 26 años, egresada de la carrera documental de la Universidad Madres de Plaza de Mayo. Es también teatrista, música y artista plástica. Por formación y convicción, y en las diversas disciplinas artísticas, su recorrido y producción están ligados en particular a conflictos sociales y humanos. “De cerca nadie es normal” es su opera prima en el cine profesional.

www.audiovisualesdelsur.com.ar

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