martes, 15 de diciembre de 2009

Una historia con final feliz: incendios en Cordoba

Por Brenda Mispiasegui

El primero de septiembre, la provincia de Córdoba se vioiluminadapor el fuego, un fuego que durante cinco días avanzó sin piedad sobre todo lo que se le puso adelante.
Empezó destruyendo dos mil hectáreas en la zona de Ascochinga, mientras el humo y las cenizas inundaban la capital de esa provincia. A raíz de esto, docenas de personas debieron ser evacuadas y otras tantas se autoevaluaron. Cortes de rutas, suspensión de clases y la cancelación de los arribos en el aeropuerto internacional. La temperatura alcanzaba los 34 grados, climaseco y un intenso viento avivaban el fuego.
Desde el primer díaestaban en acción 150 bomberos con la asistencia de avioneshidratantes.
Pero no fuesuficiente, la situación no mejoraba y por el contrariolas llamas continuaban avanzando, ante esto los pobladores y trabajadores de la zona se sumaron al combate.
Al día siguiente el gobierno declaro “alerta roja”, el frente del fuego había aumentado en 20 kilómetros, y en el lado opuesto se encontraban luchando 375 efectivos voluntarios, personal de Defensa Civil y de la Cruz Roja, 60 gendarmes, camiones cisterna, 45 autobombas, 3 aviones hidratantes, 3 aviones de la provincia, un helicóptero militar, mientras los evacuados alcanzaban a 160 personas, y una reserva de monos quedaba destruida, se perdían además 1000 animales grandes (vacas y caballos).
Un panorama desolador, una provincia bajolas llamas de un fuego del cual no se sabe su causante. Posibilidades barajadas: intencional, una persona quemo hojas en suvivienda y se fue a dormir; al díasiguiente: dos imputados; hoy: todavía no se sabe qué o quién fue el culpable.
Y con esto reflexiono sobre el planteo de MartínBarbero en “Los medios, Memoria y Olvido”, y me pregunto porqué luego de haber seguido esta noticia en diferentes periódicos (locales y nacionales), aún no encuentro la respuesta a qué fue lo que causo el fuego en Córdoba. No quiero esta respuesta para encontrar culpables, la quiero porque pienso que sólo sabiendo la verdad de lo que paso, podemos aprender de nuestro pasado, de nuestros errores y no volverlos a cometer.
“..Sin pasado, sin contexto, y sin futuro, los medios son en su conjunto un gran dispositivo de desinformación”, sostiene Barbero.
Y en efecto, me encuentro frente a un hecho, donde la información solo pasa por lo inmediato: “Ahora se están quemando dos mil hectáreas, ahora 40”, pero me falta su contexto, y me pregunto entonces ¿son habituales las altas temperaturas en Córdoba?, ¿ha habido incendios anteriormente?

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